México: De las ampliaciones del estado laico -- Carlos Monsiváis

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El 4 de octubre de 2009 organizaciones afines al Partido Acción Nacional quemaron textos de la Secretaría de Educación Pública en protesta por el retiro de los libros de biología de la Secretaría de Educación de Guanajuato que basan la educación sexual en el matrimonio, la virginidad y la abstinencia.

De las ampliaciones del Estado laico
Revista Proceso No. 1719
11 de octubre de 2009
El 4 de octubre de 2009 organizaciones afines al Partido Acción Nacional quemaron textos de la Secretaría de Educación Pública en protesta por el retiro de los libros de biología de la Secretaría de Educación de Guanajuato que basan la educación sexual en el matrimonio, la virginidad y la abstinencia.

La regidora panista de León, Hortensia Orozco Tejada y la presidenta de Suma Tu Voz, Lourdes Cázares, deshojaron ejemplares del libro de biología de primero de secundaria de la SEP, los arrojaron a una tina de metal y les prendieron fuego al grito de ?¡Huele muy mal! ¡Huele muy mal!??. Implacable, la presidenta de la Coalición Ciudadana por la Familia y la Vida (Cofavi), Beatriz Rodríguez Moreno, certificó sus derechos sobre las próximas generaciones sexualizables: ?La SEP, mediante los libros, está obligando a mis hijos a usar condón, cuando yo quiero que ellos no hagan nada hasta el matrimonio??. (Nota de Carlos García en La Jornada, 5 de octubre de 2009.)

Desde antes el gobierno de Guanajuato, derecha moderna si alguna, se opone al libro de biología de la SEP y presenta el suyo, donde modifica la información sobre equidad de género, enfermedades de origen sexual y métodos anticonceptivos (septiembre de 2009). Según el presidente de la Confederación Nacional de Escuelas Privadas, José Manuel Velasco, el libro de biología oficial ?no formaba buenas personas por las perversiones de su contenido que obedecen a la declaración y plataforma de acción de Beijing; también, no se le da categoría de persona al óvulo fecundado y no se condena a la homosexualidad??, que es de suponerse se define por la relación entre dos malas personas con perspectiva de subgénero.

Hace 10 años el Estado laico era una expresión casi en desuso. No había por qué mencionarlo por ser una realidad histórica. En 2000, al llegar al poder una derecha que se ilustraba besando el anillo papal, la expresión Estado laico se volvió de nuevo una gran bandera. El presidente Vicente Fox dijo, atrapando los conceptos como si fueran moscas descuidadas: ?¿El Estado laico, y eso con qué se come???. Como él, pero sin su franqueza laberíntica, los jerarcas católicos, los funcionarios del gobierno federal y los alcaldes, diputados, senadores y gobernadores de Acción Nacional han seguido la línea del Vaticano y se han propuesto hacer del laicismo una mala palabra, una antigualla antirreligiosa, la intrusión del Estado en los derechos de los padres de familia.

La emergencia de criterios, el cambio acelerado de costumbres, el entendimiento lúdico y crítico de lo necesario por inevitable y de lo inevitable por necesario, señalan, entre otras cosas, la urgencia de hacer explícito en lo jurídico y en lo cultural el cambio, o mejor, la ampliación del sentido del Estado laico. Ya se vive, social e incluso jurídicamente, en otro Estado laico que intenta reducir o eliminar la derecha, también ensanchada en sus cúpulas.

Por eso la consideración crítica exige su despliegue.
El ataque a las libertades no reside básicamente en las proclamas de la derecha sin argumentos adjuntos, sino en su afán inexorable: entorpecer o destruir hasta donde se puede el desarrollo civilizatorio y regresar al país a las canciones de cuna del siglo XIX, lo que quizás se debe a que no están muy enterados de los arrullos de la Edad Media.

Y los sectores que son o se fingen democráticos no han tomado en serio la embestida contra el Estado laico, atenidos a lo irreversible de la secularización. Esto es innegable, pero el Estado laico no consiste únicamente en sus conquistas históricas (la defensa de la enseñanza sin ataduras confesionales, la libertad de cultos, las libertades de expresión, el derecho a la diversidad religiosa), sino, y también muy fundamentalmente, en el espacio concedido a logros de la vida contemporánea, para empezar la despenalización y el derecho al aborto y el derecho a la eutanasia.

Y también le corresponden al Estado laico temas como la diversidad sexual, y la eliminación de los criterios oficiales y privados aún fundados en la homofobia. Si un eje de la resistencia a las opresiones del capitalismo salvaje es la defensa de los derechos humanos, se debe, sin duda, a que en este espacio se libran muchas de las batallas del Estado laico.

El ataque más despiadado al Estado laico, y hasta ahora el más eficaz, es el que intenta elevar a categoría irreductible ?la vida desde el momento mismo de la concepción??. Dieciséis estados de la República han aprobado esta monstruosidad jurídica, y la meta del oscurantismo es modificar la Constitución con criterios que la ubiquen a una altura medieval. Pongo un ejemplo: El 4 de diciembre de 2008 el Congreso de Baja California, de mayoría panista, reforma con el decreto 175 el artículo séptimo de la Constitución Política del estado, para considerar el derecho a la vida desde el momento de la concepción y derogar todas las leyes que contradijesen tal dogma. Esto implica la prohibición del aborto aun en situaciones que antes permitía la ley: en casos de violación, malformación del producto, y/o incluso cuando la vida de la madre esté en riesgo.

Con esta reforma ya en vigencia, y me atengo a su lógica: una mujer que lleve en su vientre un feto anencefálico deberá finalizar su embarazo con un parto, aun cuando el producto está destinado a morir, con todas las implicaciones económicas y psicológicas que ello tiene sobre la madre y su familia.

A una joven víctima de violación se le negará el uso de la pastilla de emergencia y se le obligará a terminar su embarazo con el parto, sin considerar lo que afecte este embarazo a su salud física y psicológica y a sus relaciones personales y familiares.

A una señora mayor que resulte embarazada y a la que el parto ponga en riesgo su vida se le prohibirá el aborto, obligándola a morir.

Quedan prohibidos la inseminación artificial, la fecundación in vitro y métodos anticonceptivos como el DIU y la pastilla del día siguiente.

La embestida organizada y feroz contra el Estado laico, sobre todo en su versión ampliada ya legal en la Ciudad de México, se centra en la despenalización (el fin de la criminalización) de las que se han visto en la necesidad de abortar. Y la izquierda partidaria, muy ocupada en el caso del PRD en la obtención de los privilegios terciarios, no dice una palabra, de las pocas que le quedan. Si triunfan, la siguiente etapa será la educación religiosa en las escuelas públicas.

Hasta ahora, han aprobado reformas centradas en ?el derecho a la protección jurídica de la vida desde el momento de su concepción??, los Congresos de Aguascalientes, Baja California, Campeche, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nayarit, Puebla, Quintana Roo, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Yucatán, Michoacán, Oaxaca, Sinaloa, Veracruz. En Chihuahua la modificación se dio desde 1994.

Esto no lo advierten los líderes reales de la izquierda, inmersos en lo fundamental: la política y la economía, sin advertir lo también fundamental: los derechos humanos en el Estado laico. Esta es una limitación muy ostensible del movimiento de resistencia.

En este caso, el PRI, un partido que fue laico alguna vez, se une al PAN para combatir la mínima concesión al aborto. El oportunismo fundamentalista del PRI y de sus dirigentes es muy transparente: que en las parroquias no llamen a votar contra ellos. Benditos sean. Y la explicación que lanzan entre balbuceos es congruente con su desmemoria: como no hay consenso en el PRI, que cada quien elija. Es decir, como no hay partido, que cada quien vote acompañado de su confesor. Si no lo tiene, que no vote.

Al intento de liquidación del Estado laico lo impulsa la descarada intromisión eclesiástica en la política. El cardenal Norberto Rivera se imagina nubes de asesinos que rondan los vientres y pide, con discreción a voz en cuello, el voto por Acción Nacional: ?Es necesario y urgente promover y defender la vida humana en nuestro país, por los múltiples ataques con que la amenazan sectores de la sociedad, tomando inclusive la supresión de la vida humana como bandera de progreso y de lucha social. En las circunstancias actuales, en donde tantos cultivan y proclaman una cultura de muerte, el cristiano y la Iglesia misma deben promover la dignidad de la vida humana. La vida no tiene colores de partido, simplemente se respeta o no. Ya los partidos sabrán si la respetan o no y la gente sabrá si vota por un partido u otro??. (Nota de Alma Paola Wong, Reforma, 29 de junio de 2009.) Esto ayuda a explicar, en el PRI y su dirigencia, el miedo al infierno en las casillas.

Los gobiernos del PAN no creen en los derechos de las mujeres, al punto de que al llegar al poder en Jalisco se oponen a las minifaldas. (Luego, como siempre, alegaron que se les cita fuera de contexto.) Admiten los avances femeninos cuando no queda otra, pero su desmesura patriarcal no pasa por la experiencia.

La meta derechista, con los retrocesos impuestos por la secularización, es el arrasamiento del Estado laico, tal y como lo afirmó el secretario del Trabajo de Fox, Carlos Abascal, muy renuente, como dijo en un discurso del Día de la Mujer, a que las féminas trabajen fuera de casa, tal vez anticipando la línea de Vicente Fox que definió al género: ?lavadoras de dos patas??. Ya secretario de Gobernación, Abascal es tajante en su noción de Estado:

?El gobierno y la política deben ser conducidos por personas comprometidas con la doctrina católica, no para imponer o gobernar en nombre de su fe, sino para que sus propuestas, acciones y programas se funden en la ética secularizada del cristianismo. La separación entre la Iglesia y el Estado es una realidad conveniente y necesaria, pero no impide que la política pueda ser conducida por católicos comprometidos. Las propuestas de los políticos, aunque fundamentadas en el conocimiento social y económico, deben inspirarse y tener fortaleza en los principios de la doctrina social cristiana… No estamos en ningún caso por eliminar el Estado laico en el sentido más propio, filosófico y teológico del tema…?? (Reforma, 3 de agosto de 2002.)

La confusión entre Estado laico y vida parroquial se intensifica tratándose de los creyentes y evangelizadores que, por casualidad, son funcionarios. Tomo un ejemplo extremo, el de la señora Ana Teresa Aranda, hasta hace poco subsecretaria de Gobernación, encargada de Asuntos Religiosos: al celebrar su cumpleaños número 5, (en Milenio de Puebla, febrero de 2009), lanzó un sentido fervorín, algo de su estricto derecho de no estar acompañada de sus colaboradores, de no estar presentes los medios y de no ser ella, perdón por la repetición, subsecretaria de Gobernación encargada de Asuntos Religiosos.

En su festejo, doña Ana Teresa afirmó su causa primordial y su criterio primordial: ?Que Dios de verdad se compadezca y apoye nuestras solicitudes y también pedirle al Todopoderoso por nuestra patria, por nuestro México, porque creo que es un momento en el que debemos ser humildes para poner la rodilla en el suelo y decirle: Señor, estamos a tus órdenes y seguimos chambeando??.

¿Una subsecretaria de Gobernación puede olvidarse de esa condición en un acto tan público como lo indica la comparecencia de sus colaboradores? Ella, por lo pronto, es imperturbable: ?Cuando yo digo gracias, estoy haciendo también una solicitud al cielo, le estoy pidiendo a Dios gracias, gracias, bendiciones para ustedes, para sus familias, muchas bendiciones, que Dios de verdad se compadezca y apoye nuestras solicitudes y también pedirle al Todopoderoso por nuestra patria, por nuestro México??.

No se discuten ni la sinceridad ni los derechos religiosos de doña Ana Teresa. Lo muy debatible es su desdén por el carácter laico del Estado que obliga a sus funcionarios a respetar todas las creencias (o ausencia de ellas) y a ser neutrales en asuntos religiosos. En el diario Intolerancia de Puebla, de la misma fecha, el periodista Mario Martell describe la reunión: ?Fue como una tardeada sabatina de colegio de monjas.??, y transcribe el final del sermón: ?Es el momento, Señor, estamos a tus órdenes, somos muy pocos los obreros de la mies, queremos tener una muy buena cosecha??.

?Esto no se puede resolver con la distribución de preservativos. Al contrario, incrementa el problema. La única solución es doble: la primera es una humanización de la sexualidad, una renovación humana y espiritual que traiga una nueva forma de comportamiento entre la gente; y en segundo lugar, una amistad sincera, especialmente hacia aquellos que están sufriendo??. Esto declara el Papa Benedicto XVI al iniciar su viaje por África, el continente que él debe considerar apenas tocado por el sida, y esto acata la Secretaría de Educación del gobierno panista de Querétaro (nota de Jacobo Pichardo Otero, Tribuna de Querétaro, 16 de febrero de 2009) al enviar al basurero de los hoteles de paso la efectividad del condón. Esta Secretaría de Educación sostiene en su página de internet, y sin aportar prueba científica alguna, que el condón falla entre un 3 y un 15%, lo que sería ?igual de riesgoso a tomar un vaso de agua con un 3% de posibilidades de que (éste) contenga cianuro??.

La analogía es impresionante: usar el condón, y repito la tesis para convencerme de que sí la emitieron, es ?igual de riesgoso a tomar un vaso de agua con un 3% de posibilidades de que (éste) contenga cianuro??. Ni siquiera vale argüir que no usar condón podría equivaler a tomar un vaso de cianuro con la posibilidad de que contenga algo de agua. Esta afirmación es parte de los textos de capacitación en materia afectiva y sexual de los trabajadores de la Unidad de Servicios para la Educación Básica en el Estado de Querétaro (USEBEQ).
Además, según la USEBEQ, la educación sexual de los niños no debe ser una asignatura que ?se vacía de contenido ético, se pone a la altura de las matemáticas, se llena de conocimientos anatómicos dirigidos al control de la natalidad, la prevención de infecciones y a matar el pudor natural??.

De acuerdo con estas enseñanzas, el sexo y la sexualidad no se refieren tan sólo al aspecto físico y biológico; sino a la persona como unidad y totalidad. Desde luego, se recomienda a los maestros fomentar ?la educación del pudor??, sin definir en qué consiste este concepto, ?ya que es indispensable aprender el pudor desde pequeños; de igual forma, se recomienda no dar más datos de los necesarios a los niños, no tener espontaneidad ni descaro??, y atender sus dudas ?a solas?? ya que ?todos los niños son diferentes??. (No puede, entonces, producirse una asamblea masiva con niños que condenen a coro la idea de que el onanismo es un humanismo.)