El Consejo de la UE se va a volver a reunir mañana con el fin de acordar medidas para ?rescatar?? a Grecia y, con ello, aliviar la presión sobre el resto de estados que están siendo pasto de la especulación con su deuda. Sin embargo las políticas que se están llevando a cabo no les quitan herramientas a los fondos especulativos, sino que les dan más razones para seguir actuando. Ecologistas en Acción propone un paquete de medidas que sí acotarían el poder de los fondos especulativos.
Las decisiones que se adopten el próximo jueves estarán en línea con las que se vienen tomando en los últimos meses enmarcadas dentro del Pacto del Euro y la Estrategia UE 2020. Todas ellas buscan calmar a los mercados mediante más crecimiento económico, sacrificando en el altar de la competititividad las políticas sociales y ambientales. Realmente, con estas políticas los fondos especulativos ganan por partida doble, una por los negocios que están realizando y la otra por la puesta en marcha de medidas que bombean recursos desde las clases más bajas a las más pudientes.
Un primer bloque de políticas que están emanando de la UE es la transferencia de soberanía hacia las instituciones comunitarias en materia económica. De este modo, la Comisión Europea y el Consejo darán el visto bueno a los proyectos de Presupuestos Generales del Estado antes de que los Parlamentos estatales los discutan. Esta es una de las medidas que habían sido reclamadas por los poderosos grupos de presión de la patronal europea, BusinessEuorope, y de las principales empresas del continente agrupadas en la ERT.
Un segundo bloque tiene que ver con hacer cumplir, por ley y con sanciones, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. De esta forma, el límite de la deuda del 60% del PIB y del déficit del 3% dejan de estar sujetos a la discusión pública y pasan de ser temas técnicos, a asuntos con más obligado cumplimiento que tener parámetros adecuados de calidad del aire en nuestras ciudades. Para ello se controlará el gasto público, cuyo aumento no podrá superar el incremento del PIB previsto, de forma que los ingresos excepcionales se destinarán a cubrir la deuda.
Para conseguirlo agiliza las sanciones que ya comprendía el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de hasta el 0?2% del PIB para quienes incumplan el 3% de déficit, y la obligación de reducir anualmente el exceso de deuda en una vigésima parte para los estados que superen el 60%. Estas multas las decidirá el Consejo por mayoría cualificada a petición de la Comisión.
Además se ponen en marcha medidas que buscarán acabar con los ?desequilibrios macroeconómicos??. Estas medidas van más allá de las ya enunciadas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento e incluyen un paquete de indicadores como el balance por cuenta corriente o el tipo efectivo de cambio real basado en los costes salariales unitarios. Para conseguir este ?equilibrio?? la UE se dota de multas de hasta el 0?1% del PIB a los estados miembros que no lleven a cabo las ?recomendaciones?? para frenar su pérdida de competitividad, que podrán incluir reformas del mercado laboral.
Una vez repasadas las medidas, Ecologistas en Acción destaca que ninguna esté destinada a limitar el poder de los fondos especulativos. Desde que estalló, la crisis la UE no ha tomado ni una sola de las medidas más suaves que hay sobre la mesa: impuesto a las transacciones financieras, registro público y control de los CDS (como ocurre, en parte, en EE UU), prohibir (o al menos limitar seriamente) las ventas en corto y al descubierto, eliminar las operaciones OTC, obligando a que todas ellas tengan que estar reguladas en los sistemas bursátiles, eliminar los paraísos fiscales, resucitar la banca pública (en lugar de terminar de privatizar lo poco que quedaba)…
Además hay otra serie de medidas de mucho mayor calado que Ecologistas en Acción considera que deben estar sobre la mesa de discusión. Algunos ejemplos son el anclaje de las monedas a valores físicos como una bolsa de alimentos básicos o de minerales estratégicos o a la cantidad de población (como ya existió con el patrón dólar-oro); la prohibición de que los bancos creen dinero saltándose los depósitos de los que disponen; la implantación de un sistema de cambios fijos (como ya se hizo después de la Segunda Guerra Mundial); la eliminación de los mecanismos de titularización de la deuda; la drástica limitación de la circulación de capitales; o la promoción de monedas locales y redes de trueque, que han sido un modelo económico exitoso y fundamental a lo largo de la historia de la humanidad.