Enviado a la página web de Redes Cristianas
Me decía Juan Vinuesa hace dos días que estaba esperando poder subir al blog algún artículo mío. También, uno de mis hijos me ha dicho que debo escribir narrando algo de la experiencia de mi lucha contra el cáncer. Pero, hoy me gustaría escribir sobre las flores y los animales pequeños, sobre la belleza, pero en el fondo, en mi interior, percibo que esto sería una evasión. Porque me preocupan los ?nuevos pobres??, intento comprenderlos y ponerme en el lugar de aquellas personas que, habiendo tenido un puesto de trabajo, ya no lo tienen y han venido ?a menos??. De una situación de trabajo digno y suficiente, han quedado en paro. Difícilmente se puede aceptar y afrontar con éxito la nueva situación. Nadie nos ha preparado para llegar a ser pobres ni a pensar que algún día podríamos perder la seguridad de la que se gozaba. Mucho menos estamos preparados para escuchar que, mientras muchísimos jóvenes verían satisfechas sus aspiraciones con un puesto básico de trabajo, otras personas por haber gozado del privilegio de una muy buena situación política, ahora disfruten de una pensión de 10,000 euros mensuales hasta cumplir los 65 años.
Con pensiones blindadas para los que dominan o disfrutan de situaciones injustas podrían comer muchas familias de las que ahora no tienen para poder dar una comida suficiente a sus hijos. Bastantes jóvenes están siendo sensibles ante el hambre de niños que han dejado de asistir a clase, por vacaciones, y encuentran cerrados los comedores escolares. Algunos jóvenes plantean ofrecer soluciones pero encuentran dificultades por la burocracia y limitaciones administrativas. Nos estamos encontrando con que ni el sistema educativo ni la sociedad en general ha favorecido el espíritu de lucha y superación. Con sistemas educativos anteriores, por desgracia, se ha extendido demasiado la cultura del mínimo esfuerzo. No hacía falta estar muy preparado para encontrar trabajo. Aquello de ?yo trabajo de lo que sea?? ha hecho que muchos hayan abandonado el colegio sin haber conseguido una cualificación académica que, ahora les capacite para poder afrontar los retos que se plantean en los momentos actuales Además, no hacía falta ahorrar para acceder a los bienes de consumo. Tener una nómina, aunque fuese temporal, abría las puertas de una hipoteca. Todo se podía financiar. Nuestro presente se ha construido sobre la base de la deuda.
Podríamos distinguir dos grandes grupos de entre los nuevos pobres. Por una parte, trabajadores por cuenta ajena. Su tipificación podría ser un matrimonio con dos o tres hijos y en el que el padre y la madre trabajaban. La crisis del ?ladrillo?? ha mandado al paro a muchos. Familias con ingresos entre 1.500 y 1.800 euros mensuales, ahora en paro o en amenaza de quedar en paro, tienen que empezar a pedir alimentos para poder hacer frente a los pagos mensuales de la hipoteca. No son personas en situación de pobreza todavía, pero sí en riesgo si no resuelven pronto sus problemas hipotecarios. Me decía una familia hace unos días: ?Si pagamos no comemos?? no podemos dejar a nuestros hijos sin comer??
Por otra parte, los autónomos, arrastrando sus antiguos problemas, entran más profundamente en situación de riesgo. Pongamos un ejemplo clarificador. Una pareja regentaba un Bar y cotizaron como autónomos durante ocho años. A partir de 2007 su situación económica fue empeorando y ya en 2009 no pudieron hacer frente a los gastos fijos del bar ni a la cotización a la Seguridad Social. El cambio de bar lo único que llevaba consigo era la ocultación momentánea de la deuda. Y aquella exclamación, salida de lo más profundo ?nosotros lo que queremos es trabajar?? recibía el eco de una negativa. De ciudad a ciudad, de servicio social a otro, sin recibir respuesta. En ese trasiego de caminar en busca de lo que no encuentran, surge otra triste exclamación: ?siempre pasa lo mismo:?? como no estamos empadronados no nos pueden atender??. Y terminan acudiendo a Cáritas. Mientras tanto muchos políticos miran hacia otros grandes problemas: ?subir impuestos?? y ?mantenerse o conquistar el poder??. Pero la realidad es que nos están naciendo otros ?nuevos pobres??.