MAS DE 250 MUJERES CRISTIANAS CELEBRAN EL D?CIMO ANIVERSARIO DE ‘ARNASATU’ EN EL PALACIO EUSKALDUNA DE BILBAO.

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El Correo

Más de 250 personas celebraron ayer, en el Palacio Euskalduna, el décimo aniversario de Arnasatu, una asociación vasca de mujeres cristianas y feministas «que luchan por hacer de la Iglesia una institución en sintonía con los tiempos que corren», explica Ana Zugaza, presidenta del colectivo. Cerca de 120 socias hacen fuerza común para «otorgar a las católicas el papel que se merecen, cargos de responsabilidad que nos hagan visibles y determinantes dentro de la jerarquía».

Una reivindicación ilusoria en la actualidad, pero necesaria: «No hay que cejar en el empeño, los cambios son muy lentos y, obviamente, no los habrá a lo largo de este papado». A juicio de Ana Zugaza, la semilla de la evolución se encuentra en la base; «en definitiva, será el Pueblo de Dios el que impulse el progreso». El colectivo de Arnasatu se ha hecho oír en el extranjero desde 1996 -el mismo año de su fundación-, cuando un puñado de vizcaínas viajó hasta la localidad austríaca de Gmüden para formar parte del I Sínodo Europeo de Mujeres. Su compromiso más allá de las fronteras vascas se consolidó tras su paso por Naciones Unidas, en 2000, y su participación en los preparativos del II Sínodo Europeo de Mujeres que tuvo lugar en Barcelona hace tres años.

Las socias de Arnasatu tienen entre 30 y 80 años, y el panorama no tiene visos de variar: «El desapego general de la juventud ante la Iglesia católica es evidente y si se trata de mujeres, se presenta aún más acusado». Pese a todo, Ana Zugaza tiene fe en el futuro: «En los últimos tiempos, se aprecia un cambio en las formas, la jerarquía ya no es tan indiferente y empieza a escucharnos». El porvenir de la Iglesia -recuerda la presidenta de la asociación vasca- está en manos de los fieles y «son muchos los que desean que tome otro rumbo».