MARÍA TERESA FERNÁNDEZ DE LA VEGA: «EDUCACI?N PARA LA CIUDADANÍA NO COMPITE CONTRA LA RELIGI?N NI CONTRA NADA»

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Educaci?³n para la Ciudadan?­a1.jpgMaría Teresa Fernández de la Vega en «la Razón de…», foro de debate del diario La Razón. Sobre Educación para la Ciudadanía dijo lo siguiente: «Educación para la Ciudadanía no compite contra la religión ni contra nada».
«El Gobierno siempre escucha y atiende a las razones y las críticas de los ciudadanos y de los sectores sociales. Quizá convenga aclarar algunos malentendidos sobre este asunto, porque estamos en la confrontación antes que en la información. Educación para la Ciudadanía no nace ni contra nada ni contra nadie. Educación para la Ciudadanía nace a favor de formar ciudadanos libres y democráticos.

Desde este punto de vista, no puedo entender que se intente crear una polémica no sobre los contenidos, sino en torno a una asignatura que lo único que pretende es educar a nuestros niños y jóvenes en valores democráticos. Así de sencillo. Me sorprende que haya una polémica, que lo único que hace es confrontar, incluso antes de tener un debate sobre los contenidos, como se han tenido en otros países de Europa, porque Educación para la Ciudadanía se imparte en todos los países de nuestro entorno, sale de una recomendación del Consejo de Europa, cuyo contenido para educar a nuestros hijos en valores cívicos y democráticos estaba en gran parte recogido en la asignatura de ética, como nos exige la sociedad.

Educación para la Ciudadanía no compite contra la religión o las religiones, coexiste con las religiones, es compatible, confluye en muchas cosas en la educación de determinados valores. ¿Cómo se puede hablar de objetar, que se va a objetar a una ley aprobada democráticamente en el Parlamento? Me sorprende muchísimo. Todo el mundo tiene que cumplir la ley por igual. Me parece muy bien que haya un debate público, pero creo que la mayoría de los ciudadanos, todos los padres de este país, quieren y desean que los jóvenes se eduquen en valores cívicos.

Eso no significa que esté interfiriendo en una educación ni adoctrine. Tampoco influye en otros valores morales absolutamente respetuosos y que están en el ámbito de la religión, que por cierto, en otros países de Europa no tiene garantizada su enseñanza. Por lo tanto, creo que la polémica es un tanto ficticia».