Tras cuatro semanas abandonan el campamento para «expandir» el movimiento.Los ‘indignados’ de la Puerta del Sol han empezado a recoger sus tiendas tras cuatro semanas acampados en la plaza madrileña.. El movimiento, que nació «de forma espontanea» tras la manifestación del pasado 15 de mayo convocada por la plataforma ‘Democracia Real Ya’, decidió abandonar el kilómetro cero en la asamblea nocturna del martes al mércoles, poniendo fin a la acampada pero no al movimiento y su peticiones.
Cuando parecía que el movimiento del 15-M perdía fuerzas y muchas voces empezaban a criticar su estancia en Sol, por los perjuicios causados a los comerciantes de la zona y las supuestas condiciones de insalubridad que llevaron a desmantelar campamentos de otras ciudades como Barcelona, los ‘indignados’ han decidido descentralizarse para seguir trabajando con la fuerza que ya se ha demostrados en las asambleas locales y en las comisiones de cada barrio y municipio de Madrid. Barrios que ya han iniciado sus trabajos y que se reúnen semanalmente para luego trasladar sus decisiones a las Asambleas Generales que, hasta el momento, se celebraban en Sol.
Aún así, tal y como ya ha pasado en Barcelona, el fin de la acampada no ha sido una decisión tomada por la totalidad de los asamblearios sino por una mayoría, ante lo que no se puede descartar que algunas personas decidan seguir con sus tiendas montadas en Sol. Ante esto, se recuerda que lo harían «a título individual» y nunca como representantes del 15-M. Algunos ya han manifestado que se quedarán «indefinidamente».
Los ‘indignados’ madrileños traspasan el movimiento a los barrios
Esta media noche se levantará por completo el campamento aunque, desde la Comisión de Legalidad, se ha planteado la propuesta de mantener un «punto de enlace» en la plaza para facilitar las labores de información a la ciudadanía y poder dar a conocer la evolución del movimiento y el «calendario de movilizaciones».
Aún queda mucho trabajo por hacer para que la Plaza quede completamente vacía y los acampados piden «todas las manos posibles» que se ofrezcan con el propósito de dejar Sol » más limpio y recogido de lo que estaba» y acallar críticas. Desde las 12 de la mañana la llamada «fiesta de la reconstrucción» ha dado el pistioletazo de salida, y los acampados han empezado a cargar sus lonas, tiendas y demás materiales en camionetas con ayuda de los equipos de limpieza de Madrid para ser donados a una ONG que copera con Senegal, guardando con especial recelo toda la documentación de la acampada, como firnas, actas y propuestas.
Asimismo, varias personas se encargan también de retirar los carteles que plagaban cristales y muros con los lemas principales del movimiento.
Los ‘indignados’ entienden que el fin de su acampada no es el fin del movimiento
Los ‘indignados’ entienden que el fin de su acampada no es el fin del movimiento, sino solo una «transformación» hacia nuevas iniciativas y fronteras de reivindicación ciudadana. Para ellos, que el movimiento siga vivo no supone un arraigo necesario a la acampada en la capital, pues las propuestas se pueden desarrollar desde diferentes puntos de trabajo. De hecho recogen bajo el lema ‘No nos vamos, nos expandimos’. «Nos transformamos para continuar trabajando, evolucionando y aprendiendo de esta gran escuela a pie de calle que ha sido la Acampada Sol y que ahora también son los barrios, municipios y otras ciudades españolas y del planeta».
Sol acogerá hoy sus dos últimas asambleas como las hemos conocido hasta el momento. Una informativa y no participativa explicando la decisión del desmantelamiento del campamento, y otra con los representantes de los barrios y municipios a las 19h. Pero también invitan a «todas las personas con sueños de cambios» a que participen en las actividades culturales y al aire libre programadas a lo largo del día en Sol. Una fiesta bautizada como «la reconstrucción de SOL» con la acción teatral «mudanza», una comida popular, performances y charangas o talleres.
Un ejemplo a seguir
Desde que se inició la acampada en la Puerta de Sol tras la manifestación del 15 de mayo, que ha dado nombre al movimiento 15-M, fueron muchas las ciudades que siguieron su ejemplo hasta la creación de un nuevo sistema de protesta y organización que ha traspasado las fronteras. En estas cuatro semanas, son numerosas las plazas de España y del extranjero las que han tomado los ‘indignados’ para presentar sus propuestas de cambio.
Los comerciantes han expresado su «alegría» por el desmantelamiento
Un movimiento asambleario organizado en distintas comisiones que ahora continuará en los barrios con sus acciones y actos de protesta en las que todas las voces caben.
Uno de los grupos más «alegres» por el inicio del desmantelamiento del campamento es la Confedeación de Comerciantes especializados de la Comunidad de Madrid (COCEM). Su presidente, Hilario Alfaro, ha considerado que si finalmente los acampados se van de la zona, es algo «bueno para Madrid y para los madrileños».
Los comerciantes aseguraron este jueves que las más de 2.000 empresas de Sol y su entorno cifraban las pérdidas durante los días que ha durado la acampada en unos 30 millones de euros, por lo que reclamaron al Ministerio de Interior algún tipo de indemnización al respecto.