Racionalmente seguir al Cristo me pareció una locura
pero su palabra me abrió los ojos y el corazón
y entraron en ellos encandilándome la luz del Padre
que hizo de la sangre lava de volcán.
e internándome en el camino tomé y cargué mi cruz
me caí como cien veces lo que me sirvió
para entender la fortaleza de mi Señor
que había caído no más de tres veces.
Conocí la ternura de María en mi madre
en las madres de mis hijos
en las madres de los detenidos desaparecidos
y en las madres torturadas en las cárceles secretas.
A medida que avanzaba en mi camino más
me iba sintiendo amado por El Cristo
me dio poder para hacer milagros
como llegar a fin de mes con escualido salario
o como resucitar varias veces después
de ser declarado socialmente muerto.
Anduve caminando sobre las aguas
y entendí que eran las lágrimas de millones
de niños que mueren de hambre
o de enfermedades que niños con más defensas
las soportan sin problemas.
Conocí a los apóstoles tipos simpáticos
llenos de vida buenos para los chistes
y siempre dispuestos a hacer la voluntad del Mesías.
Los peores eran los fariseos por fuera buena pinta
la boca llena de palabras de buena cortesía
pero yenían un corazón negro y amargo.
Ellos y los sumos sacerdotes complotaban
para asesinar al Señor le habían hecho una ficha
sabían lo que pensaba y lo que hacía
y eso los sacaba de sus casillas diciendo este hijo de…
La historia después es conocida la cruz y la resurrección
las dos caras de la misma moneda
y entonces al pasar de los años vi como a mí
me salían heridas en las manos y los pies
donde clavaron al Señor y en el costado tenía
como una herida de un arma blanca que sangraba
mientras como corona de espina la fiebre
me hacía temblar y vi todo desde arriba
vi que el Imperio era pequeño
que diminutos eran sus soldados
que el tiempo se encargaría de barrerlo todo
que la única realidad era el Reino de Dios.
Entonces mirando a los cielos hice lo que los budistas hacen
a diario dar infinitas gracias por el pasado y entender que el pecado
es no amar como lo hizo Cristo el Hijo del Hombre el Señor de la Historia.