Muchos pueblos valencianos se están planteando «matizar» algunos contenido de sus fiestas de Moros y Cristianos, con el objeto de encontrar el equilibrio entre el respeto a la tradición y a la sensibilidad de las personas con otras creencias.
Por ese motivo, los responsables de las fiestas que conmemoran la Reconquista, han empezado a modificar aquellos actos más críticos con el mundo árabe -según El País-.
Se acabó reventar la cabeza de Mahoma con petardos como signo de la reconquista cristiana, o lanzar al vacío desde la almena de un castillo un muñeco del profeta, en localidades como Bocairent, Beneixama, Banyeres de Mariola o Alcoi.
«No son actos esenciales, y podían herir la sensibilidad de algunas personas (…), lo mejor era evitarlos», ha concretado Antonio Valdés, alcalde de la localidad valenciana de Beneixama.