Las zonas urbanas marginales son igual y, en algunos casos, hasta más pobres que las áreas rurales, lo que no impedirá que continúen creciendo a un ritmo constante y difícil de detener, advirtió hoy la ONU.
La expansión de esos cinturones de pobreza es tal que ya albergan a 1.000 millones de habitantes, lo que significa uno de cada tres pobladores urbanos del mundo, según el informe sobre «El estado de las ciudades en el mundo 2006-07» elaborado por el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (UN-Habitat).
Así, las zonas periféricas pobres representan el 38 por ciento del crecimiento urbano mundial, una tendencia que de continuar llevará a que sus habitantes lleguen a 1.400 millones en menos de quince años, precisó uno de los autores del informe, Eduardo Moreno.
En términos de urbanización, afirmó que el próximo año la población residente en las ciudades -3.170 millones de 6.450 millones de habitantes en el mundo actualmente- habrá superado a la del campo, una tendencia que tendrá mayor fuerza en los países en desarrollo.
Más impresionante aún, según las proyecciones realizadas para este estudio, es que la población urbana se duplicará en 20 años, dijo el experto de UN-Habitat.
Ete fenómeno será consecuencia sobre todo del crecimiento natural de esas áreas pobres, al contar con una población mayoritariamente joven (entre 15 y 49 años), y -en menor medida- de la migración del campo a las ciudades, explicó Moreno en una conferencia de prensa en Ginebra.
El proceso de urbanización será más fuerte en los países en desarrollo, lo que se refleja en una proyección realizada a 2030, que indica que ese año la población urbana de Africa (748 millones) habrá superado a la de toda Europa (685 millones). En tanto, Asia contará con más de la mitad de la población urbana mundial (2.600 millones de 5.000 millones).
Asimismo, Moreno indicó que las «megaciudades» -término aplicado a las metrópolis de más de 10 millones de habitantes- han pasado de albergar al 4,3 por ciento de la población mundial en 1975 a acoger al 9,2 por ciento en la actualidad.
Sin embargo, los cálculos de UN-Habitat señalan que en los próximos 15 años el crecimiento urbano mundial será mayor en ciudades consideradas pequeñas (entre 1 y 5 millones de habitantes).
Por ahora, el 53 por ciento de la población urbana todavía vive en ciudades con menos de 5.000 habitantes.
Para afrontar adecuadamente esa carga demográfica, esos núcleos urbanos tendrán que implementar sistemas de buen gobierno y programas de vivienda e infraestructura básica, «con los que actualmente la mayoría no cuenta», aseguró el experto.
Sólo las ciudades de los países desarrollados están creciendo a un ritmo más lento, con un crecimiento anual del 0,75 por ciento, frente a un 4,58 de Africa subsahariana, un 3,82 del sureste asiático y a un 2,96 de Asia occidental, por ejemplo.
De acuerdo a la definición de la ONU, un barrio marginal es aquel que carece de una o más de las siguientes condiciones: acceso a agua potable, a la sanidad, a espacio habitable suficiente, a una vivienda levantada con material sólido y el derecho de usufructo.
Moreno afirmó que para que un país tenga éxito al abordar los problemas de los barrios marginales debe «haber un compromiso político de no menos de diez años, lanzar reformas serias en materia de vivienda y propiedad de la tierra, movilizar importantes recursos de sus propios presupuestos y enfrentar de inmediato el problema de la pobreza y la desigualdad».
Ello porque «el crecimiento económico no lleva automáticamente a la mejora y disminución de los barrios marginales», concluyó el experto de la agencia de la ONU.
LAS ZONAS MARGINALES DE LAS CIUDADES CRECEN Y REPRESENTAN YA UN TERCIO DE LA POBLACIÓN MUNDIAL, SEGÚN LA ONU
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