Los ataques de un periódico del Cavaliere agravan aún más los roces con Roma
Las buenas relaciones entre el Gobierno italiano del conservador Silvio Berlusconi y la Iglesia católica han sido un hecho a lo largo de los últimos años. Hasta ahora. Los últimos escándalos protagonizados por el Cavaliere y las fotografías en las que se le puede ver como anfitrión en fiestas plagadas de jovencitas ya provocaron una reacción bastante negativa en el Vaticano, y desde entonces la tensión no ha dejado de crecer.
El último episodio de enfrentamiento tuvo lugar este fin de semana, cuando uno de los periódicos del emporio mediático del dirigente acusó al redactor jefe del diario católico L’Avennire, Dino Boffo, de ser homosexual. Berlusconi ha tratado de mantenerse al margen de esta polémica, pero por lo pronto la cúpula de la Iglesia ha anulado una comida que el presidente tenía prevista con el número dos de Roma, el cardenal Tarcisio Bertone.
Aunque las costumbres y la moral de Silvio Berlusconi nunca se habían adaptado especialmente a los mandatos de la Iglesia, lo cierto es que su relación con el Vaticano siempre había sido buena. Pero parece que esa etapa ha llegado a su fin. Algunas de las duras políticas de inmigración del Cavaliere ya despertaron las críticas de la cúpula del catolicismo, pero los últimos escándalos que ha protagonizado, apareciendo en fiestas rodeado de jovencitas –algunas incluso menores de edad-, sumado a las peticiones de ruptura, parece que esta vez definitiva, de su esposa han generado un distanciamiento sin precedentes del Ejecutivo con Roma.
Il Giornale contra L’Avennire
Para agravar más las tensiones entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal Italina (CEI), uno de los diarios del emporio mediático de Berlusconi, Il Giornale, publicó hace unos días duras críticas contra el redactor jefe del periódico religioso L’Avennire, Dino Boffo, de quien afirmaron que es homosexual. Berlusconi ha tratado de desvincularse de esta publicación, pero aún así en el Vaticano no han gustado nada estas declaraciones y, sea o no una represalia, la cúpula católica ha anulado la primera vía simbólica de reconciliación entre Iglesia y Gobierno.
Encuentro cancelado
Según un reportaje del diario El País, Berlusconi había organizado un encuentro simbólico con el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, una cena en la zona de L’Aquila, aún devastada bajo los efectos del terremoto que la arrasó hace unos meses. Pero Roma ya ha emitido una nota dando por cancelado el encuentro y asegurando que los costes de la cena los destinarán a los damnificados de la tragedia.
«El momento más bajo y oscuro»
La CEI también ha contestado con dureza a las acusaciones hechas a Boffo, tachándolas de ser “un hecho repugnante y muy grave. La tensión provocada es tal que, según El País, desde el Vaticano afirman que este es «el momento más bajo y oscuro en la historia de las relaciones entre la Santa Sede y el Estado italiano». Y la situación preocupa, y mucho, en el Ejecutivo de Berlusconi: su asesor Paolo Bounaiuti ya se ha encargado de recordarle al Cavaliere, según la prensa local, que “los gobiernos que se enfrentan a la Iglesia no duran mucho”.
