LAS ONG RECIBEN CADA VEZ MÁS HERENCIAS, UN DONATIVO QUE ANTES IBA S?LAMENTE A LA IGLESIA

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El Correo

Los beneficiarios. Ellos son Pili, Carmentxu, Mari Sol, Isabel, Ricardo y Mikel. Los voluntarios de la Fundación Tutelar Gorabide colaboran con esta ONG para intentar hacer la vida más agradable a la gente que depende de esta Fundación, personas con discapacidades psíquicas y pocas posibilidades económicas, que se beneficiarán del dinero y los bienes legados por los padres de Carmen y Mikel. Ellos pensaron que no había mejor manera de emplear sus pertenencias que donándolas a quienes se preocuparon de ellos en vida garantizando así que la ayuda siga llegando a otros.

María tuvo mala suerte con sus dos hijos: la primera, Carmen, se quedó sin aire varios minutos durante el parto, lo que le provocó una discapacidad intelectual grave. Años después llegó su hermano, Mikel, que nació con síndrome de Down. El padre de los niños murió en 1964 y su mujer, María, en 1990. En su testamento, este matrimonio bilbaíno dejó bien claro que todos sus bienes irían a la Fundación Tutelar Gorabide, que se ocupó de administrarlos para dar a sus hijos todo lo que necesitaron.

Loreto García, de la Fundación, se encargó de ellos a lo largo de varios años. «Mikel era muy alegre. Le gustaba la música disco, fumarse un cigarrito en las comidas y ponerse corbata en las ocasiones especiales», recuerda. «Murió en 1991 como consecuencia de una cirrosis por hepatitis B. Su hermana Carmen era muy distinta. Tenía más limitaciones porque el retraso mental era mayor. Hablaba poco. Cuando le gustaba algo abría mucho los ojos. Se pasaba el día haciendo punto». Hasta que enfermó de un cáncer ginecológico y falleció en 2003 después de continuos ingresos hospitalarios. «Sufrió mucho. Cuando le dolía ponía unos ojillos… Los médicos decían que estaría pasando unos dolores terribles, pero ella no se quejaba».

En cumplimiento del testamento de sus padres, una vez desaparecidos Carmen y Mikel, los bienes sobrantes de esta solidaria familia -un piso en el centro de Bilbao y una cantidad cercana a los 80.000 euros- servirán para ayudar a las otras 66 personas con discapacidad que en la actualidad están a cargo de la Fundación Tutelar Gorabide, la mayoría sin posibilidades económicas.

Esto es lo que se denomina un legado, «una fórmula de donación que hasta hace bien poco y por tradición siempre iba a parar a la Iglesia», según explica Ricard Valls, socio gerente de Projecció Mecenatge Social, una empresa catalana que elabora planes de captación de fondos privados para este tipo de asociaciones, como es el caso de la Fundación Tutelar, cuyo plan está financiado por la BBK. «El cambio social y la importancia cada vez mayor de las ONG han hecho que esta clase de contribución empiece a extenderse también a estas organizaciones. De hecho, alrededor del 3% de los ingresos de muchas de las grandes ONG procede ya de legados o herencias. ?ste es un fenómeno que se ha empezado a producir en los últimos cinco años».

Hechos excepcionales
Los datos confirman ese aumento del que habla Valls. Por ejemplo, Médicos Sin Fronteras, una ONG aconfesional, recibió 286.600 euros de legados en 2001, cantidad que ascendió hasta 1.020.000 euros en 2004, lo que supone en la actualidad el 2,5% del total de sus ingresos. Anesvad recaudó gracias a esta fórmula 283.400 euros en 2002, 691.500 en 2003 y 473.000 en 2004. En el caso de Manos Unidas, una ONG católica, las cantidades son bastante mayores -«porque es algo clásico en las organizaciones con una base religiosa», explica Valls-: 1.842.000 euros en 2003 y 3.315.000 al año siguiente, lo que supone el 7,6% de sus ingresos. Aun así, se trata de hechos excepcionales. El legado es el tipo de donación de fondos menos habitual, aunque en cuantía económica es siempre el que aporta la suma más abultada por donante.

En cuanto a la Fundación Tutelar Gorabide, éste es el segundo legado que obtiene desde su nacimiento, en 1991, pero el más importante. Mikel de Barrón es su gerente: «Tenemos otras 12 familias que tienen pensado hacer lo mismo en un futuro. De esta donación se beneficiará el resto de las personas en la Fundación. La mayoría no tienen posibilidades económicas, ni siquiera familia, y si la tienen no puede responsabilizarse, como el caso de una mujer y sus siete hijos, todos ellos a nuestro cargo. Gente con historias terribles, desamparada. Nuestra misión es proteger y garantizar los derechos de estas personas para conseguir su plena inclusión social y una óptima calidad de vida».

De Barrón, que quiere agradecer públicamente este legado a la familia de Mikel y Carmen, afirma que «planificar un donativo en el testamento o hacer una donación hoy a nuestra fundación es colaborar para garantizar la calidad de vida y la atención de las personas con retraso mental más desprotegidas». Su ONG va a iniciar ahora una campaña de captación de legados y otras formas de conseguir ingresos. Se queja de que «la gente piense que nos quedamos siempre con el dinero de las familias cuando mueren los hijos, porque no es así. Casi nadie deja previsto esto en su testamento y, de esa forma, los bienes van a parar a otros familiares, que en la mayoría de los casos nunca se ocuparon de ellos, o al Estado».

¿A dónde va a parar mi dinero?

¿En qué se emplearán los bienes legados por la familia bilbaína? «El piso lo alquilaremos para sacar fondos, nunca vendemos los bienes inmuebles. Y los 80.000 euros irán destinados a tratamientos médicos, vacaciones, residencias…», explica De Barrón. Porque ésa es la pregunta que se hace mucha gente: ¿cómo sé que mi dinero llega donde se necesita?

Existe una especie de auditora llamada Fundación Lealtad, una organización independiente cuya misión es «fomentar la confianza en fundaciones y asociaciones que cumplan fines de acción social, cooperación al desarrollo o medio ambiente». Buscan con ello aumentar las donaciones y el voluntariado de particulares y empresas». Sus completos informes aportan todo tipo de datos para la gente interesada en colaborar con las ONG.

Estas asociaciones deben emplear menos del 20% de sus ingresos en su funcionamiento. En el caso de la Fundación Tutelar Gorabide, esta cantidad se queda en el 10,9%.