Dos pandemias amenazan la salud, la vida y los derechos de las mujeres de todo el mundo: una es el VIH/SIDA y la otra es la violencia contra las mujeres y niñas. La combinación de ambas produce un impacto potente. Lo aseguró Marcela Suazo, directora regional para América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) al referirse a la inminente feminización del VHI, durante el IV Foro Latinoamericano y del Caribe en VIH/SIDA, que se lleva a cabo en esta ciudad. Y señaló: ?hace 25 años, un tercio de las personas viviendo con VIH eran mujeres y hoy ya son la mitad??.
En la conferencia ?El Impacto del VIH en América Latina y el Caribe: el reporte de Naciones Unidas??, la directora regional de UNFPA remarcó que es necesario frenar esta feminización de la epidemia y que no es suficiente seguir haciendo lo mismo que se ha hecho hasta ahora.
?Es urgente contar con políticas de prevención que aseguren el empoderamiento de las mujeres, ya que éstas no tienen el mismo poder para tomar acciones que las protejan??.
La feminización de la epidemia, señala Marcela Suazo, se debe a varios factores, pero principalmente a las inequidades de género. Las mujeres no tenemos el mismo acceso a la toma de decisiones y por tanto a protegernos del VIH. Por otro lado, tenemos que tener en cuenta el tema del estigma y la discriminación, dos factores que limitan la participación de las mujeres en los programas de protección.
También las construcciones de masculinidades, donde las mujeres se sienten exigidas a patrones de comportamiento que las induce a situaciones de riesgo frente al VIH, y la pobreza.
Por otra parte, Nils Kastberg, director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, destacó que ?el acceso universal debe ser la bandera de nuestras acciones en la región. Ahora que el acceso universal ha sido afirmado internacionalmente como un principio, debemos actuar de manera conjunta para eliminar barreras nacionales e internacionales que siguen impidiendo la adquisición de los medicamentos que contribuyen a hacer más dignas y saludables las vidas de las personas que viven con VIH.
El grupo de directores de las Naciones Unidas que participó de la conferencia reconoció la importancia de trabajar en cada nivel de la respuesta al VIH para promover mayor apoyo, colaboración y coordinación de esfuerzos y así evitar duplicación, fragmentación o pérdida de recursos financieros.
Necesitamos, dijeron, una mejor definición de los roles y mecanismos de responsabilidad entre socios nacionales e internacionales claves para apoyar la respuesta nacional.
?El VIH en América Latina todavía es invisible y necesitamos compromisos fuertes entre el gobierno y la sociedad civil para dar una respuesta efectiva a esta epidemia que sigue creciendo y cobrando vidas en nuestra región, donde más de 600 mil personas han muerto de SIDA, y posee en la actualidad una población de 1.8 millones viviendo con el VIH??, afirmaron los directores.