La directiva sobre inmigración se aprobará este miércoles en el Parlamento con el apoyo de los grupos más conservadores. Los críticos dudan que esa norma respete los derechos humanos
Este miércoles el Parlamento Europeo ratificará las nuevas directivas sobre la inmigración con el tema de los derechos de los inmigrantes como trasfondo. Además de la directiva de retorno negociado de estas personas, que cuentan con el apoyo mayoritario de la Cámara, está la cuestión del periodo de retención de los inmigrantes antes de ser expulsados.
La UE propone que los países puedan retener hasta 18 meses a los extranjeros en los centros, pero hay muchas voces críticas que ponen en duda que la norma respete los derechos humanos. No obstante, los votos de los grupos conservadores bastarán para aprobar el texto.
Expulsar a ocho millones de inmigrantes
Hoy, durante un debate previo a la votación en Estrasburgo el italiano Giusto Catania, dejó claro que «esta directiva es una vergüenza» y «socava una cultura de hospitalidad». Catania se opuso al internamiento de los inmigrantes ilegales en «lugares inhumanos» y criticó el hecho de que Libia se convierta en el lugar donde se confina a los inmigrantes ilegales sin darles garantías legales.
Mientras, la eurodiputada Hélène Goudin (Grupo Independencia y Democracia, Suecia) se preguntó si podemos decidir la retención de una persona durante 18 meses que no ha cometido delito alguno. Además, indicó que el establecimiento de la prohibición de regreso durante cinco años puede tener «consecuencias indeseadas», como la posibilidad de que los inmigrantes se dirijan a las mafias que trafican con personas para volver a cruzar las fronteras.
Aunque sin duda el más crítico fue el diputado español Willy Meyer (Izquierda Unitaria Europea), quien advirtió de que «con esta directiva se pone fin a la Europa garantista» y «se va a imponer la Europa insolidaria». Asimismo criticó la aportación de «la Vieja Europa, la Europa de los valores» a la hambruna que va a suponer «la deportación de ocho millones de personas sin garantías».
Por el sí
Conservadores y liberales apoyaron no obstante el texto en el debate, dándole una teórica mayoría en las votaciones de mañana, mientras que los socialistas. El ministro de Interior esloveno, Dragutin Mate, por ejemplo, habló en nombre de la presidencia de turno del Consejo y advirtió de que, en caso de que la Eurocámara no se pronuncie a favor del compromiso, esto traerá graves problemas en el Consejo retrasaría tres años la aprobación de la directiva.
Por su parte, el nuevo comisario de Justicia, Libertad y Seguridad, Jacques Barrot, defendió la nueva directiva ya que «reduce la zona gris, permite luchar contra la explotación de los niños y proteger a las personas en situación irregular». Con la nueva norma, los Estados Miembros tendrán las alternativas de «repatriación o residencia», resumió, por lo que la directiva aportará «mayor certidumbre jurídica para todos los interesados».
Mientars que el español Agustín Díaz de Mera (PPE-DE) valoró el texto como un «paso firme y decidido hacia una política de inmigración común». Destacó que la directiva fomenta la protección de los derechos de los inmigrantes así como la regulación de los flujos de inmigración. No obstante, para él, el retorno forzoso presenta un carácter subsidiario frente al retorno voluntario en el texto, que establece «garantías jurídicas claras sobre las órdenes de detención» y que, además, «ofrece la posibilidad al Tribunal de Justicia Europeo que tenga competencias sobre la materia».
Los 18 meses en Europa
El límite de 18 meses es mayor que el máximo periodo de retención que existe en dos tercios de los 27 estados miembros. Aunque las naciones de la UE pueden mantener un límite menor si ellos quieren, los grupos de derechos humanos y los oponentes a la ley dicen que animará a las autoridades a encerrar a más inmigrantes indocumentados.
El Ejecutivo de la UE estima que hay unos ocho millones de inmigrantes ilegales en el bloque. Más de 200.000 fueron arrestados en la primera mitad de 2007 pero menos de 90.000 fueron expulsados.