La tragedia se repite. Las fronteras cerradas matan -- Asociación pro Derechos Humanos de Andalucía

0
33

Asociación pro Derechos Humanos de Andalucía

Comunicado APDHA 10 julio 2008
La APDHA quiere hacer pública su indignación y solidaridad con las víctimas de esta última tragedia en el Mediterráneo, una más de las muchas ya vividas y las que presumiblemente ocurrirán, consecuencia de unas políticas europeas hiperestricitivas contrarias a los derechos humanos, que se des-responsabilizan de los efectos que las propias políticas económicas europeas provocan, y criminalizan a los más pobres y vulnerables por el simple hecho de desear una vida mejor.
No nos valen ya hipócritas declaraciones de condolencia realizadas por quienes tienen la responsabilidad de lo que está pasando.

Estas personas que se hundieron en el mar, pasarán a engrosar la fatídica estadística de personas sin nombre y sin rostro, apenas sin familia o conocidos, que pierden la vida intentando dar vida a la necesidad o al sueño que los impulsó, muchos meses antes, a partir.

Los que lo intentan sufren penalidades y padecimientos sin cuento por rutas inhóspitas hasta llegar a la orilla de un Mar que ya no es ?nostrum? sino frontera impenetrable y camino impracticable. Miles de personas han dejado la vida en el viaje. Sólo este año casi 250 de los que pudo saberse su número, pero anónimos, como lo fue su aventura vital.

Las posibilidades de obtención de un visado son prácticamente nulas para un ciudadano del África Subsahariana. La pobreza, la falta de futuro y las violencias empujan a la salida a un buen número de ellos, como única salida que abre una puerta de esperanza a toda la familia. La travesía del desierto del Sahel es ya una odisea que demasiadas veces termina en tragedia invisible, pues el desierto es ya también como nuestros mares una inmensa tumba anónima. Quien sobrevive a ella, se encuentra bloqueado en los países ribereños norteafricanos meses o años, a la espera de una oportunidad de paso, viviendo en la mayor de las precariedad y pasando todo tipo de penalidades.

La mayoría de los niños que vemos intentar llegar a nuestras costas han nacido en la ruta y no disponen de ningún tipo de documentación, no hay ningún papel que atestigüe su existencia. Los Estados en los que han estado en tránsito sus padres y ellos han nacido, no les reconocen, de modo que no disponen de ningún tipo de protección o derecho. Seguir adelante es la única posibilidad de los padres para que sus hijos tengan un futuro.

Mientras, algunos de los que decidieron que ellos no podían cruzar, se reunieron en Cannes. Otros, más lejos, ajenos y poderosos, se encuentran en Osaka, allá en el Japón. Ni unos ni otros van a preguntar por sus nombres ni se van a preocupar por sus familias. Al fin y al cabo, para estos poderosos, ajenos y lejanos, quizás y en el mejor de los casos, estos anónimos candidatos a la emigración clandestinizada no sean sino una cifra más de tantas que aparezcan en sus voluminosos dossiers en esas carteras rotuladas en oro con su nombre.

Una nueva tragedia de la inmigración. Se volverá a hablar de mafias, del mal tiempo, de lo insensato de quienes lo intentan?. Pero, por más que lo hayamos reiterado tantas veces es preciso volver a denunciarlo: para la APDHA estas muertes son la consecuencia, además de la acción depredadora de los países económicamente desarrollados sobre los países empobrecidos, de unas políticas migratorias europeas siniestras y crueles, que atentan gravemente contra la vida de las personas y contra los derechos humanos.

Unas políticas policiales y represivas que presumen de haber conseguido un descenso del número de pateras, obviando que ello sea a costa de un aumento de las pérdidas humanas, del sufrimiento de las personas en migración, y de enormes violaciones de los derechos humanos.
Estas tragedias sí son evitables. Desde la APDHA volvemos a considerar imprescindible un giro en profundidad de las políticas europeas y españolas encaminadas a la evitación de la emigración forzosa, y exigimos a España y a la Unión Europea que mientras ésta no exista, adopte una gestión de flujos más flexible y solidaria, basada no en razones utilitaristas sino de estricta justicia, única forma posible de intentar evitar que sigan perdiendo la vida criaturas cuyo único objetivo es buscar una vida digna.

La APDHA organizó junto a otros colectivos concentraciones en Cádiz, Granada, El Puerto de Santa María, Puerto Real, Córdoba y Almería. Ver un artículo más amplio sobre este tema de Rafael Lara titulado ?La tragedia que no cesa?, en la Web del Foro social Mundial de las Migraciones (http://www.fsmm2008.org/media/articulos/articulo_12.pdf).