La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una declaración en la que afirma los derechos de los 370 millones de nativos de todo el mundo, ignorando las objeciones de Estados Unidos y otras tres naciones. La resolución no obligatoria fue aprobada el jueves, con el apoyo de 143 de los 192 miembros de la ONU.
La declaración afirma los derechos de los pueblos indígenas en varias áreas, incluyendo cultura, lenguaje y empleo. También reconoce sus derechos sobre sus tierras y recursos tradicionales.
Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda se opusieron a la declaración, debido a preocupaciones sobre que los derechos a las tierras y recursos puedan entrar en conflicto con legislación vigente.
Phil Fontaine, un activista indígena canadiense dijo que el voto de su país es una mancha en sus antecedentes respecto a los derechos humanos.