Hace cuarenta años, sobre piso de tierra y entre paredes de adobe, sonó por primera vez la Misa Campesina nicaragüense. La Iglesia y el Gobierno la consideraron herética, blasfema y peligrosa. Ambos la prohibieron. Ahora Carlos Mejía Godoy, su autor, pedirá al papa Francisco que levante ese veto
Y ahí estaban todos. Un sacerdote cabello blanco y barba tupida oficiaba la misa. Los campesinos anclaron sus botes y pangas alrededor de la isla. Resonaban los ritmos mazurcas, son nica, son de toros, el “miskitu” y cantaban cinco músicos al iniciar el rito: Vos sos el Dios de los pobres/ El Dios humano y sencillo/ El Dios que sufre en la calle/ El Dios del rostro curtido…··· Ver noticia ···