LA JERARQUÍA ECLESIÁSTICA, OBSTINADA EN DESLEGITIMAR EL R?GIMEN DEMOCRÁTICO ESPA?OL. Enric Sopena

0
66

El Plural

¿Pero qué democracia hay en el Estado del Vaticano?
La jerarquía eclesiástica, obstinada en deslegitimar el régimen democrático español
El semanario Alfa y Omega, que depende del cardenal-arzobispo de Madrid, Rouco Varela, asegura que esta democracia no es una democracia. La revista Alba, otra publicación explícitamente católica, en manos del neoconservador Grupo Intereconomía, titula su portada así: ?Mucho Gobierno y poca libertad??.

¿Qué conclusión cabe extraer de ambas observaciones? Una muy evidente. La cúpula de la Iglesia Católica en general y, más en particular, la jerarquía eclesiástica en España están obstinadas en desacreditar, o deslegitimar, el régimen impecablemente democrático que viene funcionando sin tregua en este país desde hace tres décadas.

Nunca, jamás
Nunca los españoles habíamos logrado disfrutar de un sistema de libertades como el vigente y por tanto tiempo. Nunca, jamás. ¿Es, pues, perfecto este sistema? La respuesta, obviamente, ha de ser negativa. Nuestra democracia no es perfecta. Le ocurre como a cualquier otra obra humana. Pero tampoco democracias de mayor antigüedad y mayor prestigio son perfectas. O sea, que no vale acogerse a cuestiones colaterales con el fin de utilizar la piqueta que facilite el derribo.

La célebre frase paulina
Que es de lo que se trata. Se trata de emplear la piqueta para demoler el edificio. ?nicamente desde esta perspectiva se explica las razones por las que los sectores más duros de la Iglesia ?los que controlan el poder interno de la institución- no descansan en su labor de erosionar la estructura democrática existente en España. Lo hacen ?con ocasión y sin ella??, según la célebre frase paulina.

Presencia excesiva
La democracia española dura ya demasiado tiempo y, por otra parte, la presencia de la izquierda, política y culturalmente, está resultando excesiva. Este segundo apartado pone de los nervios a muchos monseñores. En la historia de España no ha habido ningún otro período con más y más intensa influencia progresista que ahora. De ahí el constante acoso al Gobierno Zapatero de los mandamases de la Iglesia. Un acoso semejante al que sometieron al Gobierno González e incluso al Gobierno Suárez por su ley del divorcio, pongamos por caso.

A su ocaso
Intuyen que, después de siglos y siglos de hegemonía religiosa, en clave cristiana tradicional, con cerca de cuarenta años de restauración del medioevo o del nacional-catolicismo ?lo que sucedió aquí gracias al franquismo y su escalofriante represión-, el control se les está yendo a los obispos de las manos. No andan desencaminados. Con estos obispos que avalan la COPE y defienden la intransigencia, partidarios como son de la carcunda, la Iglesia no va más que al declive o a su ocaso.

Cambiantes modelos
¿No se han enterado aún los jerarcas católicos que la mayoría de los católicos, de los que se declaran católicos, están a favor de los matrimonios homosexuales? ¿No son capaces de percibir que la gente no es, por fortuna, idiota y que unos pocos solamente están dispuestos a comulgar con ruedas de molino y creerse que este género de matrimonio destruirá la familia digamos convencional? ¿Tienen alguna idea de hasta qué extremo, en España y en casi todos los países desarrollados, ese añorado modelo convencional es poco existente, pues hay diversos y cambiantes modelos?

Un sarcasmo
En definitiva, no deja de ser un sarcasmo que los representantes de una religión como la católica ?permanentemente elegidos a dedo- den lecciones de democracia. ¿Pero qué democracia es la del Vaticano? ¿O cuánto Gobierno, mucho o poco, hay en el Vaticano? ¿Y cuánta libertad hay en el único Estado teocrático que todavía funciona en Europa? E.S.