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El planeta Tierra es un Ser viviente, pensante y sintiente, que entrega en cada Latido lo que su ciclo evolutivo requiere y la humanidad que nació de Él precisa …o provoca.
El comienzo de esta década, marcó el minuto cero de la Hora del Planeta.
Terminado el “inventario” antes de pasar el ecuador, en este segundo septenio, ya resolutivo, enjuaga cuentas con sus “inquilinos”, a que le posibiliten recoger su Casa en las mismas condiciones de virginidad que tenía cuando nos la prestó a estrenar. Un ajuste a cero del balance de la Balanza, recogiendo lo Suyo y devolviendo de Su lecho y techo todo lo no creado por Él.

La siguiente humanidad sabrá, a donde nos llevó el endiosamiento tecnocrático
y desarrollo tecnológico con fines de dominio y control de la humanidad, sus
acuíferos, el clima y conquista del espacio. Que se persegían causas sin reparar
en las consecuencias, y atribuían derechos sin repasar si se habían ganado.
De todos los dolorores causados, la Tierra, sufre por el hecho de que Sus hijos,
siguen sacrificando criaturas animales para consumo y capricho humano.
Le perturba la radioactividad latente en fondos marinos y chatarra espacial
flotante. Ahora el 5G (60GHz!!!), otro vector invisible pero de consecuencias
visibles, al reducir la biodisponibilidad de oxígeno respirable, con lo que exige
sobresfuerzo de compensación al Planeta… y de superación a Su humanidad.