La guerra de las multinacionales contra los campesinos y los consumidores de alimentos…. -- Gabriel Sánchez (Montevideo-Uruguay)

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Ecología: ¿Quién decide lo que comemos?
Esther Vivas
Diagonal, nº 115
La creciente mercantilización de la agricultura es una realidad innegable a día de hoy. La privatización de los recursos naturales, las políticas de ajuste estructural, los procesos de ?descampesinización?? e industrialización de los modelos productivos y los mecanismos de transformación y distribución de alimentos nos han conducido a la actual situación de crisis alimentaria.

En este contexto, ¿quién decide lo que comemos? La respuesta es clara: un puñado de multinacionales de la industria agroalimentaria, con el beneplácito de gobiernos e instituciones internacionales, acaban imponiendo sus intereses privados por encima de las necesidades colectivas. Ante esta situación, nuestra seguridad alimentaria está gravemente amenazada.

La supuesta ?preocupación?? por parte de gobiernos e instituciones como el G8, G20, Organización Mundial del Comercio, etc., frente al aumento del precio de los alimentos básicos y su impacto en las poblaciones más desfavorecidas, que mostraron en el transcurso del año 2008 en cumbres internacionales, no ha hecho sino mostrar su profunda hipocresía. El actual modelo agrícola y alimentario les reporta importantes beneficios económicos, siendo utilizado como instrumento imperialista de control político, económico y social respecto a los países del Sur global.

Como señalaba el movimiento internacional de La Vía Campesina, al final de la última reunión de la FAO en Roma a mediados de noviembre: ?La ausencia de los jefes de estado de los países del G8 ha sido una de las causas principales del fracaso total de esta cumbre. No se tomaron medidas concretas para erradicar el hambre, detener la especulación sobre los alimentos o frenar la expansión de los agrocombustibles??. Asimismo, apuestas como el Partenariado Global para la Agricultura y la Seguridad Alimentaria y el Fondo Fiduciario para la Seguridad Alimentaria del Banco Mundial, que cuentan con el apoyo explícito del G8 y del G20, apuntan en esta dirección, dejando nuestra alimentación, una vez más, en manos del mercado.

De todos modos, la reforma del Comité de Seguridad Alimentaria (CSA) de la FAO es, según La Vía Campesina, un paso adelante en la dirección de ?democratizar?? las decisiones entorno la agricultura y la alimentación: ?al menos este espacio respeta la regla básica de la democracia, esto es, el principio de ?un país, un voto?? y otorga un nuevo espacio a la sociedad civil??. Aunque está por ver la capacidad de incidencia real del CSA. Monopolios La cadena agroalimentaria está sometida, en todo su recorrido, a una alta concentración empresarial.

Si empezamos por el primero de los tramos, las semillas, observamos como diez de las mayores compañías (como Monsanto, Dupont, Syngenta, Bayer…) controlan, según datos del Grupo ETC, la mitad de sus ventas. Las leyes de propiedad intelectual, que dan a las compañías derechos exclusivos sobre las semillas, han estimulado aún más la concentración empresarial del sector y han erosionado de base el derecho campesino al mantenimiento de las semillas autóctonas y la biodiversidad.

La industria de las semillas está íntimamente ligada a la de los pesticidas. Las mayores compañías semilleras dominan también este otro sector y, frecuentemente, el desarrollo y comercialización de ambos productos se realizan juntos. Pero en la industria de los pesticidas el monopolio es aún superior y las diez mayores firmas controlan el 84% del mercado global. Esta misma dinámica se observa también en el sector de la distribución de alimentos y en el del procesamiento de bebida y comida. Se trata de una estrategia que va en aumento.

La gran distribución, al igual que otros sectores, cuenta con una alta concentración empresarial. En Europa, entre los años 1987 y 2005, la cuota de mercado de las diez mayores multinacionales de la distribución significaba un 45% del total y se pronosticaba que ésta podría llegar a un 75% en los próximos 10-15 años. En países como Suecia, tres cadenas de supermercados controlan alrededor del 95,1% de la cuota de mercado; y en países como Dinamarca, Bélgica, Estado español, Francia, Holanda, Gran Bretaña y Argentina, unas pocas empresas dominan entre el 60% y el 45% del total. Las megafusiones son la dinámica habitual. Este monopolio y concentración permite un fuerte control a la hora de determinar qué consumimos, a qué precio, de quién procede, cómo ha sido elaborado

Hacer negocio con el hambre
En plena crisis alimentaria, las principales multinacionales de la industria agroalimentaria anunciaban cifras récord de ganancia. Monsanto y Du Pont, las principales compañías de semillas, declaraban una subida de sus beneficios del 44% y del 19% respectivamente en el 2007 en relación con el año anterior. En la misma dirección apuntaban los datos de las empresas de fertilizantes: Potash Corp, Yara y Sinochem, que vieron subir sus beneficios en un 72%, 44% y 95% respectivamente entre el 2007 y el 2006. Las procesadoras de alimentos, como Nestlé, señalaban también un aumento de sus ganancias, así como supermercados como Tesco, Carrefour y Wal-Mart. Mientras millones de personas en el mundo no tenían acceso a los alimentos.

*Esther Vivas es autora de ? Del campo al plato ?? (Icaria editorial, 2009).
http://esthervivas.wordpress.com
www.rebelion.org/
– 18-01-2010

http://www.panamaprofundo.org/boletin/ecologia/quien-decide-lo-que-comemos.htm——————————————————

La guerra de las multinacionales contra los campesinos y los consumidores de alimentos….

Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador. Proverbio africano

Montevideo 26 de enero de 2010 ? Gabriel Sánchez

Que se puede agregar al brillante análisis de situación que hace la Sra. Esther Vivas??Tal vez decir que ejércitos privados, cuando no las fuerzas de seguridad de muchos estados con la complicidad de los gobiernos están despojando de sus tierras a las naciones indoamericanas y desalojando violentamente al campesinado de sus tierras y esto en América se verifica prácticamente a todo lo largo y ancho de su geografía con excepción de algunos pocos países.-

Que esta desigual lucha implica una fuerte complicidad de los respetivos gobiernos que ha costado ingente número de vidas de militantes de las causas campesinas, desde los sin tierras de Brasil, hasta comunidades enteras en Colombia, que ante la movilizaciones en muchos lugares se les están aplicando leyes antiterroristas, dando lugar a la intervención del ejercito, como en el caso de la Amazonas Peruano??Y que no escapa a estas tácticas de desalojo violento del campesinado y las naciones indoamericanas y comunidades afroamericanas, ni Brasil, ni Argentina con una verdadera cooptación de la justicia??

De más esta decir el problema que tienen en México con semillas transgenicas invasoras, que contaminan los campos de campesinos que no las utilizan y después las multinacionales en vez de ser castigadas por esa contaminación indebida, demandan a los campesinos por el uso de sus semillas??Incluso esto esta influyendo sobre la especulación, que hace que las multinacionales realicen diversas maniobras de especulación que encarecen el producto y crean la imposibilidad de poblaciones enteras de acceder a una alimentación adecuada, no porque no haya disponible, sino por el precio.-

Incluso la calidad de los alimentos transgénicos es en muchos casos deficiente, a tal punto que hay documentados una serie de estudios que muestra que en muchos casos causan trastornos en la salud de la población??

Si se continua este proceso, se terminara con las semillas criolla y las multinacionales serán las dueñas de todos los genomas de las semillas de los productos alimentarios??imponiéndole al mundo, la calidad y el precio de toda la alimentación y por supuesto condenando al hambre (no por sobrepoblación, sino por sobreespeculación)?? el hambre a estas alturas afecta a 1000 millones de seres humanos y la tendencia continua en drástico aumento??

Las fuerzas de las centrales sindicales que nuclean al campesinado (por ejemplo Vía Campesina) y las que nuclean a los consumidores en varios países se han reunido para coordinar acciones, esto beneficia a ambos, en primer lugar porque si se logrará un boicot internacional de consumo de algunos productos transgénicos, se estaría dando un paso enorme y si las asociaciones de consumidores logran acercar a los consumidores a las ferias de productores u otras formas de comercialización no sólo se estará eliminando a los intermediarios que encarecen, sino y sobre todo, accediendo a productos sanos que aseguran su calidad alimenticia y la salud de la población??

Es necesaria trabajar mucho más en estas coordinaciones y en la creación de formas de comercialización de los pequeños productores, que aseguren en primer lugar una agricultura de cercanía, que nos deslice, a unas dinámicas productivas que apunten a la autonomía alimentaría??.y luego a distribuir los excedentes de tal manera que mantengan calidad y costos, para esto pueden servir mucho la conjunción organizacional de los consumidores y productores, funcionando con el sistema de flujos de comercio exterior por encargo previo??se deberá ser creativo en el como comercializar en los diferentes países estos productos alimentarios naturales ??

Pero hay un amplio campo de coordinación y acciones conjuntas que pueden llegar a cambiar la tendencia dominante??para esto consumidores y campesinado debe avanzar a través de sus organizaciones en todo el orbe, en un proyecto alimentario que abarca desde la semilla, hasta la comercialización??