La defensa de los católicos de la vida desde el primer día de gestación es «una teoría discutida, no un dogma», afirma un sacerdote
“La fe no sirve para resolver el problema del aborto”. La frase no la ha pronunciado un dirigente de una asociación de ateos, ni un político de izquierdas, ni siquiera uno de derechas: lo ha dicho el sacerdote y teólogo progresista Benjamín Forcano, que asegura que la defensa del derecho a la vida de la Iglesia católica “desde el primer instante de la fecundación” no es más que “una teoría discutible, no un dogma”.
El teólogo explicó que las teorías más modernas sobre el momento en que el embrión se convierte en humano apuntan a que hay muchos factores que intervienen en este proceso y que deben pasar varias semanas desde la concepción.
No todas las voces dentro de la Iglesia católica están radicalmente en contra del aborto: el sacerdote y teólogo Benjamín Forcano se cuestiona, en un artículo publicado en El Periódico de Catalunya, si “se puede afirmar con seguridad que un embrión es desde el inicio un individuo”, y asegura que las teorías más modernas al respecto, encabezadas por el científico Diego Gracia, defienden que “no es fácil decir cuándo aparece la sustantividad humana, pero esto tiene que producirse en algún momento de la orogénesis llamada secundaria, no antes”. Esto significa que “no parece posible que el momento constitucional sea anterior a las ocho semanas”, aunque “en cualquier caso, el momento es difícil de precisar”.
«La fe no sirve» en el debate del aborto El sacerdote afirmó que “la fe no sirve aquí para resolver el problema del aborto”, y señaló que si seguimos esta teoría moderna –frente a la clásica que afirma que el embrión es vida humana desde el principio- podemos “sostener razonablemente que la interrupción del embrión antes de la octava semana no pude ser considerada un atentado contra la vida humana, ni pueden considerarse abortivos los métodos anticonceptivos que impiden el desarrollo embrionario antes de esa fecha”.
«Teoría discutida, no dogma» Según defendió, “los católicos han defendido el derecho a la vida ‘desde el primer instante de la fecundación’, pero con exceso, pues tal afirmación no deja de ser una teoría discutida, no un dogma”. “Siempre existieron en la tradición cristiana teorías diferentes” al respecto, desde la “teoría de la animación sucesiva defendida por santo Tomás”, hasta la “teoría de la animación simultánea” de san Alberto Magno.
«No entra en el ámbito de la Iglesia» Por otra parte, citó al “célebre y acaso más reconocido moralista en la Iglesia católica”, Bernhard Harina, quien aseguró que “no está en el ámbito del magisterio de la Iglesia el resolver el problema del momento preciso después del cual nos encontramos frente a un ser humano en el pleno sentido de la palabra”.
Catolicismo y ciencia En este sentido, recordó que “los católicos deben asumir las verdades científicamente avaladas, aun cuando luego puedan reforzar la estima de la vida desde otras motivaciones cristianas, pero admitiendo que entre fe y ciencia no debería haber oposición”.