Los protestantes españoles encuadrados en la Alianza Evangélica Española han criticado el nuevo sistema de financiación acordado por el Gobierno y la Iglesia Católica a través de un aumento del porcentaje del IRPF. Exigen que el Estado sea verdaderamente aconfesional: “el ideal es que no existiera dinero público destinado a las confesiones religiosas por el hecho de serlo” dicen en un Comunicado.
El portavoz de la Alianza Evangélica, Pedro Tarquis, ha señalado en la Cadena SER (en los informativos con mayor audiencia en la radio española) el pasado viernes 29 de septiembre que aunque entiende las ayudas a proyectos sociales o culturales, apuesta porque las “confesiones religiosas deberíamos renunciar a recibir dinero público del Estado”.
Tarquis cree que “el ideal” para mantener la aconfesionalidad del Estado que establece la Constitución española, sería que “cada confesión y las entidades que las representan se autofinancien”. Además, considera que el nuevo modelo de financiación “es un parche” que supone “perpetuar un mal sistema”, que va a provocar un “efecto llamada” para el resto de las confesiones.
La AEE es la entidad ecuménica entre protestantes más antigua de España (128 años), representando a los españoles evangélicos en las Alianzas Evangélicas Europea (10 millones de miembros y representación en la UE de Bruselas) y Mundial. La AEE es una referencia de pensamiento, reflexión y relación básica en el protestantismo español.
COMUNICADO DE LA AEE
Desde la Alianza Evangélica Española expresan en un Comunicado enviado a todos los medios una postura y opinión “contrarias” al acuerdo entre Gobierno e Iglesia católica por creer y defender “la autofinanciación de las iglesias o confesiones, especialmente para las funciones del culto y las actividades religiosas”. Por ello, creen que “el ideal es que no existiera dinero público destinado a las confesiones religiosas por el hecho de serlo”.
Aunque, dicen, “sí es lícita la subvención de aquellos proyectos que supongan un bien social como la ayuda social, actos estrictamente culturales” so bien la vía de esta subvención debería ser la adecuada al fin del proyecto y no como actividad religiosa (en este sentido, reseñan que “ha existido y sigue existiendo una evidente discriminación y dificultad de acceso a las subvenciones públicas por parte de entidades evangélicas”).
Categóricamente consideran que “los fondos públicos asignados desde el Estado directamente a la Iglesia católica deberían desaparecer en todas sus formas”, aunque valoran “que se haya actuado con una discriminación positiva hacia las instituciones representativas de las confesiones minoritarias, destinándoles fondos que les ayuden a una puesta al día en las carencias históricas que arrastran”. Sin embargo, estas asignaciones “deberían tener un límite en su cuantía y una fecha de caducidad concreta, al igual que con la Iglesia católica. Lo contrario supondría trasladar a las confesiones minoritarias que disponen de acuerdos con el Estado el mismo problema existente con la Iglesia católica, es decir, la falta de separación Iglesia-Estado”.
Se valora como positiva la iniciativa tomada por el Ministerio de Justicia y la Dirección de Asuntos Religiosos de proveer una vía de subvención para proyectos sociales y culturales de las iglesias e instituciones religiosas a través de la Fundación Pluralismo y Convivencia: “lo consideramos un camino adecuado de integración social que valoramos muy positivamente siempre que incluya en su filosofía los aspectos comentados en los puntos anteriores”.
Por último, considera la AEE , que deberían “incentivarse políticas que estimulen los donativos o aportaciones de los fieles de cada confesión a sus iglesias e instituciones (por ejemplo mediante desgravaciones fiscales de las donaciones) a fin de favorecer la autofinanciación”. Firman el Comunicado Jaume Llenas Marín (Secretario general), y Pablo Martínez-Vila (Presidente); y el enviado a los medios de comunicación Pedro Tarquis como Portavoz.