JULIÁN CASANOVA, SOBRE LA BEATIFICACI?N DE LOS «MÁRTIRES» DEL 36: «LA IGLESIA «HONRA» A UNOS Y «HUMILLA» A LOS OTROS». V. V.

0
49

El Plural

El catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, Julián Casanova, se refirió a las beatificaciones de los llamados ?mártires del 36?? que, paradójicamente comenzaron tras la muerte de Franco, ya con el papado de Juan Pablo II. A su juicio, con estas beatificaciones ?la Iglesia católica española continúa siendo la única institución que, ya en pleno siglo XXI, mantiene viva la memoria de los vencedores de la Guerra Civil??, lamenta el historiador, y critica que la Iglesia ?sigue reservando el honor para unos y el silencio y la humillación para otros??.

?A la jerarquía de la Iglesia católica no le gusta esa Ley (de Memoria Histórica) ni tampoco desea que el Parlamento democrático apruebe un reconocimiento público y solemne a las víctimas del franquismo. Prefiere su memoria, la de sus mártires, la que sigue reservando el honor para unos y el silencio y la humillación para otros??, lamentó en un artículo publicado por El País el catedrático de Historia Julián Casanova.

Beatificaciones sin Franco
En su texto, Casanova explicó que ?acabada la guerra (civil española) los vencedores ajustaron cuentas con los vencidos?? y la Iglesia, más allá de honrar con ceremonias a sus miembros muertos durante la contienda, ?reclamó, apoyada por los dirigentes franquistas, su beatificación??. Sin embargo, el historiador recordó que ese proceso de beatificación ?paradójicamente, empezó a encontrar frutos varios años después de muerto Franco, con la democracia ya implantada??.

Más de 400 mártires
Mientras que ?Pío XII se había opuesto a una beatificación indiscriminada??, al igual que Juan XXIII y Pablo VI, ?las cosas cambiaron con Juan Pablo II??, que ?aceleró la conclusión de procesos anteriormente paralizados y se abrieron otros muchos??, llegando a beatificar a ?más de 400?? de estos mártires, según informó.

Humillación a los asesinados por el franquismo
?Nada ni nadie le impide a la Iglesia católica recordar y honrar a sus mártires. Pero con esas ceremonias de beatificación, la Iglesia católica española continúa siendo la única institución que, ya en pleno siglo XXI, mantiene viva la memoria de los vencedores de la Guerra Civil y sigue humillando con ello a los familiares de las decenas de miles de asesinados por los franquistas??, denunció el historiador.

«Legitimación para seguir matando»
Además, para Casanova, a través de un documento firmado por los obispos al inicio del franquismo que describía a la Iglesia como «víctima inocente, pacífica, indefensa?? de la guerra y que ?iba acompañado de un descarado silencio acerca de la violencia exterminadora que los militares habían puesto en marcha desde el primer momento de la sublevación?? y que ?demonizaba al enemigo??, se ?justificó la violencia ya consumada?? y se ?legitimó a Franco para seguir matando??.