«En la Iglesia hay muchos altares y muchas sensibilidades. No es lo mismo lo que opina el sector más ultraconservador que lo que piensa el presidente de la Conferencia Episcopal. Mientras que hay un sector que está en la cruzada contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía, el propio Blázquez se mostraba comprensivo con la materia y en posición bien alejada de las más ultramontanas».
«Felipe González le dijo un día al secretario de Estado vaticano, cuando éste vino a quejarse de algunos aspectos de la relación Iglesia-Estado, que le citara un país del mundo que él pusiera como ejemplo de estas relaciones para copiarlo enseguida. Casaroli le respondió: «Touché, señor presidente». No hay ningún país en el mundo en el que se trate a la Iglesia católica con la delicadeza y deferencia con la que se la trata en España, lo cual no significa que el Parlamento tenga que ser sustituido por la Conferencia Episcopal».