Para la Asociación Civil Encuentro Ecuménico ?Juan Vives??, ECUVIVES, es de sumo agrado extenderle la invitación a que asista al II Encuentro Ecuménico Latinoamericano y Caribeño de Espiritualidad y Dimensión Política de la Fe.
ECUVIVES existe, entre otras razones, para (a) Incorporar a diferentes comunidades ecuménicas al proyecto de lucha por la liberación y la unidad latinoamericana y caribeña; (b) Seguir construyendo una teología de la dignidad sobre la ética y la espiritualidad de los procesos de liberación de la región y del mundo; y (c) Desenmascarar la prédica de las jerarquías religiosas asociadas a los poderes dominantes establecidos, y contrarrestar, desde la dimensión de la fe, la manipulación mediática de la religiosidad de los pueblos.
Nuevamente se hará uso de las instalaciones de la Universidad Bolivariana de Venezuela, sede Los Chaguaramos en Caracas, como lugar de encuentro y logístico para la realización del evento. Mientras que la metodología de trabajo se basará, al igual que en el I Encuentro, en diálogos y reflexiones de facilitadora(e)s con las comunidades y organizaciones populares que están construyendo una verdadera espiritualidad liberadora, en el marco del proyecto político y social que vivimos en Venezuela: Comités de Salud, Misión Robinson, Comités de Tierra Urbanos y otros tipos de comunidades y asociaciones.
En estos diálogos, además de las comunidades y organizaciones populares de Caracas involucradas en las misiones y en los proyectos de desarrollo popular, y de los teólogos y teólogas, participarán dirigentes y representantes de comunidades vivas de varios estados del País. Se calcula un aproximado de 300 participantes que vendrán del interior, para un total general de 600 a 800 personas previstas con los de la capital e invitada(o)s.
Como se indica en el encabezado, la fecha y lugar de realización es del 20 al 22 de Octubre venidero. Y la temática central será ?DAVID Y GOLIAT EN EL SIGO XXI: ¿Hasta dónde puede llegar la violencia liberadora de un pueblo que busca la paz, cuando se enfrenta a la violencia opresora que quiere aniquilar su futuro???
Los espacios de desarrollo de los diálogos y conversatorios (Mesas de Trabajo) les serán indicados en los próximos días. Atentos entonces. Los actos de Instalación y Clausura serán: el de Instalación, el viernes 20 de Octubre, a las 9:00 a.m. probablemente en el Salón ?Simón Bolívar?? de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Y el acto de Clausura, el domingo 22, a la 1:30 p.m. aproximadamente, en el mismo lugar.
Contamos con su presencia. Por favor, llene los datos de la planilla de Pre-Inscripción que estará recibiendo en las próximas horas. Atentamente, por la Coordinación de Comunicación y Formación de ECUVIVES.
Rvdo. Valmore Amarís R.
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DAVID Y GOLIAT EN EL SIGLO XXI
A lo largo de la historia se ha invocado a Dios para justificar mil atropellos e infinitas atrocidades, y siempre son poderosos y ricos los dueños de ese Dios que complace su avaricia y bendice sus crímenes:
¿Quién no ha estudiado las cruzadas de hace mil años, encabezadas por los Papas, que, con la excusa de conquistar Jerusalén, la Tierra Santa del carpintero de Nazaret, arrasaron territorios, saquearon naciones y masacraron pueblos enteros, todo ello en el santo nombre de Dios?
¿Cómo no temblar al saber que en la Santa Inquisición hubo curas que, en nombre de Dios, mandaron a quemar hombres y mujeres en la hoguera, porque no creían en ese dios que los quería de una manera tan burda y delicada, que los hacía chicharrón para que pudieran entrar al cielo?
Aquí en América, mientras conquistaban continentes con la cruz y la espada, Jerarcas hubo que, en nombre de Dios, condenaban los bárbaros sacrificios de los nativos, y bendecían los perros que descuartizaban indígenas, por no dejarse arrebatar las tierras que hoy, quinientos años después, tienen dueños legales que ?legalmente?? las heredaron con legítimos títulos de propiedad privada.
¡Qué Santa Madre fue la Iglesia!, cuando invocaba a un Dios tan complaciente y generoso que permitió la cacería de millones y millones de negros y negras, arrancados de sus tierras, desmembradas sus familias, masacrados sus pueblos, para convertirlos en esclavos y esclavas que, durante siglos y siglos, trabajaron gratis y dejaron correr a chorros por sus frentes el bíblico sudor, en la construcción del imperio que hoy asola y saquea el mundo entero.
Somos cristianos, somos cristianas, somos creyentes, somos ateos y somos ateas, somos católicos y católicas, somos evangélicos, somos evangélicas, hermanos y hermanas que compartimos una fe y una espiritualidad amorosa que nos une para luchar por la justicia, y, sinceramente, nos preguntamos: ¿Qué Dios acompaña a los débiles en su afán por liberarse del yugo que los oprime? ¿Qué Dios puede estar de acuerdo con una sociedad construida sobre la explotación, el consumo y la ley del más fuerte?
Los que ayer subyugaban y sacaban ventaja de un Dios justiciero y alcahuete, hoy se consideran los voceros del mismo Dios, pero modernizado, unisex y hecho a la medida, y nos aclaran que no podemos analizar los atropellos pasados sin contextualizar el momento histórico en el que sucedieron, porque los muertos, muertos están, y hoy tenemos que aprender a amar a los pobres en los tiernos brazos del libre mercado, al arrullo del máximo beneficio, y tragándonos a juro el tetero dietético enriquecido con los capitales golondrina de las grandes transnacionales.
Hoy nos tiran a matar con bombas tan inteligentes, que llevan más sabiduría en sus entrañas que el mismísimo Salomón. Pero tenemos que aguantar callados porque es la voluntad de Dios, y mañana, dentro de tres siglos, contextualizaremos históricamente todas las cochinadas que nos hacen, pero no podremos resucitar ni a uno sólo de los asesinados, ni aliviaremos el grito desgarrador de las madres que levantan en los brazos a sus hijos destripados.
Hoy, con la Biblia bajo un brazo y el Destino Manifiesto bajo el otro, Bush bombardea países soberanos para saquear sus recursos, tortura y masacra poblaciones enteras, porque Dios le habla al oído todos los días y le bendice su rapiña insaciable y le justifica sus violaciones vergonzosas y le premia todas sus atrocidades genocidas, porque no hay zarza más milagrosa y voz más genuina de Dios que la que grita en el tronar de los cañones.
En estos días, atónitos hemos visto soplar cuernos y trompetas a los rabinos sionistas de Jerusalén, dirigiendo su ulular tenebroso al Yahvé de los cielos, porque se creen el pueblo elegido, para que las bombas teledirigidas por satélite precisen el blanco y maten el mayor número de niños y madres embarazadas, porque es más barato matar a Satanás antes de que nazca.
De la boca de una niña judía, hace más de dos mil años, surgió un canto de alabanza a Dios, que reivindicaba el derecho de los pobres: ?Y tumbó de sus tronos a los poderosos??. ?Les pregunto a los presentes, si no se han puesto a pensar????, como dice la canción, ¿cuántos siglos y generaciones hay que esperar rezando para que Dios baje a liberar a los esclavos, pateándoles el trasero a los opresores? ¿Quién logró, en estos días, frenar la barbarie del ejército israelí en El Líbano: los rezos y clamores de todo el mundo, o la extrema valentía de los hombres y mujeres de Hizbullah, que pacientemente fueron preparándose para cuando los poderosos llegaran a masacrar al pueblo libanés, porque era claro que algún día llegarían?
Cuando el Cristo recomienda a sus discípulos: ?ser mansos como palomas, pero astutos como serpientes??, ¿se refería a que hay que rezar, o a actuar, con astucia? Nadie duda del amor que tenía David por su pueblo, pero, ¿qué hubiera sido del compromiso de David si, junto a los rezos a Jehová, no hubiera lanzado con precisión la piedra, astutamente seleccionada el día anterior, y que le atinó por la frente a Goliat? ¿Quién guió el brazo de David?
Ese Dios encarnado en su pueblo, no fue quien llevó las manos de las niñas judías cuando escribían mensajes en las bombas que destrozaron los niños de Canaán.
Hoy, vivimos un momento histórico de esperanza para todos los hombres y mujeres del mundo; tanto, para quienes viven y se benefician de la opresión y la codicia, como para quienes sufren la explotación y han vivido eternamente en la marginalidad y el abandono. Venezuela, con la humildad que acompaña nuestras debilidades, es una luz en el camino que busca construir una sociedad de amor y paz, levantada sobre la justicia. Y desde esta tierra bolivariana, lanzamos este grito de temor y de esperanza:
¿Dónde está el verdadero Dios que apoya el derecho de los oprimidos a ejercer violencia para quitarse el pie que los oprime? ¿Hasta cuándo vamos a seguir regodeándonos con nuestros mártires -Gaitán, Luther King, Monseñor Romero, Danilo, y miles y miles más-, y esperar rezando a que venga Dios a sacarnos las castañas del fuego, y frene las armas con que quieren invadirnos? ¿Cuántos líderes campesinos y dirigentes populares tienen que ser asesinados, por sicarios y terratenientes, para que el Dios de los poderosos se pase al bando de los excluidos?
Los que estuvieron siempre en la buena, manoseando vírgenes y atragantándose de hostias y rosarios, mientras el pueblo pobre sufría en soledad, ahora hablan de magnicidio, del derecho de los pueblos a matar al tirano, y gritan a los cuatro vientos: ¡crucifíquenlo, crucifíquelo!
En toda la historia de nuestra Patria nunca hubo tanta esperanza en los más débiles. Nunca hubo tantas voces para denunciar los errores, y tampoco tantas manos para construir juntos nuestro futuro. Y es en este momento, precisamente, cuando los que gozaron siempre de privilegios, agazapados desde sus guaridas, pretenden hablar en nombre de un pueblo que no conocen y que los rechaza, y quieren matar a Chávez, único Presidente que se las juega todas por el futuro de todos los venezolanos y venezolanas.
Recordemos, ¿qué Dios asesino afinó la vista y sostuvo el pulso de los francotiradores aquel triste 11 de abril, cuando las balas certeras de los francotiradores mataron inocentes con precisión matemática, de lado y lado, buscando odios que no nacen de nuestro pueblo? ¿De qué lado estaba Dios cuando Monseñor Porras se reía y, palmoteando a todo el mundo, celebraba eufórico su triunfo en Miraflores, todavía caliente la sangre de quienes fueron asesinados el día anterior? ¿Qué Dios oportuno se instaló en una terraza y filmó Puente Llaguno, precisamente en el ángulo ideal para que no se vieran los pacíficos y desarmados policías metropolitanos que marchaban jubilosos abriendo la marcha detrás del blindaje de los vehículos antidisturbios de la alcaldía?
En diciembre, cuando había que votar, convocaron a rezar en las iglesias, y perdieron las elecciones por arrase y por estúpidos. Ahora, rezan para que una bala asesina acabe con las esperanzas de un pueblo, y con la paz del país.
¡Cuidado!, porque también le llamarán a Dios terrorista, cuando saque a los poderosos de sus tronos, pero lo hará guiando la mano de su pueblo. Así como nada ni nadie puede frenar el amor de una madre por proteger a su cría, también dirán que son terroristas las uñas y dientes con que las madres reaccionarán al ver en peligro la vida de sus hijos.
La voz del pueblo es la voz de Dios, y el brazo del pueblo, es el brazo de Dios.
Javier Arrúe
Diputado Asesor Legislativo
Coordinador General de ECUVIVES