También meteremos monedas en el bolsillo de su postrero barquero, también desearemos el mejor de los tránsitos a Isabel II. Supremo respeto a tan popular figura. Toda persona es sagrada, digna de honra, máxime si concita tanto encomio y admiración, si a lo largo de toda la geografía mundial se redactan apresurados infinidad de elogios, se la extraña ya tanto … Ver noticia …