Según el testimonio de uno de los campesinos, desde las 5 de la mañana de ayer, un grupo de 15 personas atacaron la vivienda de un labriego, matándolo de inmediato, hiriendo a un segundo que posteriormente murió. Una menor de 12 años salió ilesa.
Una masacre ocurrió este domingo en la comunidad de el Silín, Trujillo, a unos 450 kilómetros al norte de Tegucigalpa en el oriental y caribeño departamento de Colón, y hay registradas al menos 12 personas muertas, aunque la cifra podría ser mayor.
La masacre ocurrió en las horas de la tarde del domingo y la situación se mantiene tensa en la zona.
En rueda de prensa el portavoz de la Secretaría de Seguridad, Héctor Iván Mejía, informó que las disputas se dieron entre los integrantes de la cooperativa agraria «Guadalupe Carney» y un grupo de sicarios de la zona que están al servicio de poderosos terratenientes.
Desde hace más de 10 años centenares de campesinos se disputan unas 32 hectáreas de propiedad del Estado en Silín, en las cuales Estados Unidos entrenó a tropas de El Salvador y Honduras. Allí operó el Centro de Entrenamiento Militar del ejército hondureño.
La cooperativa campesina se denomina Guadalupe Carney, en honor al estadounidense y sacerdote jesuita que se enroló en un grupo guerrillero y que fue capturado, torturado y asesinado por los militares hondureños en la década de los 80. Sus restos nunca se encontraron y es uno en la lista de los desaparecidos de la dictadura militar hondureña.
Según el testimonio de uno de los campesinos, desde las 5 de l mañana de ayer, un grupo de 15 personas atacaron la vivienda de un labriego, matándolo de inemediato, hiriendo a un segundo. Una menor de 12 años salió ilesa. Durante las siguientes dos horas, continuaron las acciones de presión haciendo descargas de armas de grueso calibre por lapsos de 30 minutos. El cese temporal, fue utilizado para denunciar las acciones ante la policía, según el dirigente campesino que prefirió el anonimato, les respondieron que no podían intervenir en ese pleito.
Debido al más reciente ataque donde los sicarios asesinaron a Arnulfo Guevara e hirieran a Concepción Urrutia, que murió pocas horas después en el hospital, los campesinos enardecidos acorralaron a los asesinos que se refugiaban en una vivienda propiedad del terrateniente Henry Osorto, alto oficial de policía.
Tras un intercambio de disparos, los campesinos prendieron fuego a la casa, donde según reportes de la policía, unas 9 personas murieron calcinadas, la mayoría familiares de Henry Osorto.
(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)