La Comunidad Cristiana Popular de Lebrija reunida en asamblea hemos debatido y concluido que:
?? La reforma laboral consigue que sea más barato el despedir al trabajador/a.
?? Permite la desvinculación de los empresarios del cumplimiento de los convenios colectivos,
dejándoles vía libre para imponer sus intereses.
?? Se exige al trabajador/a el pago de la cuota para subvencionar su despido y el Estado, es decir
todos/as nosotros/as, subvencionará otra parte con los Fondos de Garantía Salarial.
?? Se permite la entrada de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) en sectores sensibles y de riesgos, como la construcción y las Administraciones Públicas??
?? Esta reforma no conseguirá reducir la precariedad laboral, muy al contrario aumentarán las
jornadas de trabajo y disminuirán los sueldos. Tampoco conseguirá frenar la codicia de los sectores
financieros, que son los que han provocado la crisis. Muy al contrario, serán los más beneficiados.
?? Por todo ello creemos que, en general, supondrá una importante desprotección de los derechos
conseguidos por los trabajadores/as durante las últimas décadas.
Sobran las razones para la movilización desde que España entró en una destrucción masiva de
empleo y en un preocupante desmantelamiento del estado del bienestar y creemos que los sindicatos y todos los que ahora nos quejamos hemos esperado demasiado, permaneciendo pasivos, conformistas y resignados.
Estamos en contra de esta reforma, pero también de aquellos poderes fácticos, sean políticos
o económicos, que quieren todavía más recortes, las manos más libres para seguir enriqueciéndose.
Nos indigna el menosprecio y burla de los que dicen que estas movilizaciones no sirven para nada.
Basta con ver que precisamente son los que viven bien y no les afecta la reforma ni los recortes los que están en contra de la Huelga o se abstienen frotándose las manos al ver cómo un gobierno ?socialista?? se hunde por renunciar a sus propias convicciones.
Por dignidad, por solidaridad, por principios, tenemos que manifestarnos públicamente y exigir
a partir de ahora un cambio en las políticas de los gobernantes que tenga en cuenta los intereses de la mayoría y particularmente de los más desfavorecidos.
septiembre 2010-