Recientemente se han cumplido diez años de la llegada de los primeros detenidos a Guantánamo y no han faltado referencias sobre esta efeméride en la prensa, así como las denuncias y comunicados realizados por parte de diferentes organizaciones de derechos humanos y los pronunciamientos de diferentes miembros de la sociedad civil.
La gran mayoría de la población conoce la existencia de Guantánamo y a esa gran mayoría de la población le parece una aberración la existencia de este centro donde se violan de forma sistemática los derechos humanos y donde los internos que allí se encuentran están en la más absoluta indefensión jurídica.
Quiero relacionar Guantánamo con la existencia de otros centros menos conocidos. Hace unos días, con motivo de la fiesta de los Reyes Magos, Gonzalo Fanjul escribía en su blog esta entrada donde presentaba, entre el humor y la denuncia, la situación existente en los Centros de Internamientos de Extranjeros, una realidad mucho menos conocida y, a la vez, cercana.
BALTASAR DETENIDO
Madrid, 5 de enero. AGENCIAS.
En una operación policial contra la inmigración irregular ha sido detenido esta mañana en la madrileña calle de Leganitos un ciudadano de raza negra que responde al alias de Baltasar. Aunque su nacionalidad no ha podido ser determinada con certeza, reclama ser miembro de la familia real de un país exótico. Se le ha intervenido una caja que podría contener estupefacientes.
Tras un forcejeo con los agentes en el que estos fueron agredidos con caramelos de gran tamaño, el sospechoso ha sido incapaz de mostrar una documentación en regla, por lo que fue trasladado directamente al Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche, a la espera de que preste declaración.
De acuerdo con las normas de los Centros de Internamiento, el detenido no ha podido ponerse en contacto con sus familiares directos y no se ha considerado necesaria la atención médica para tratar los golpes que recibió durante su intercambio de opiniones con los agentes.
Estos hechos, así como la imposibilidad de asistir a una charada popular a la que estaba invitado la tarde del 5 de enero, han provocado reacciones agresivas por su parte, incluyendo ataques verbales contra los responsables de su custodia. Entre otros adjetivos calificativos difícilmente asociables a un miembro de la realeza, el detenido espetó amenazas desconcertantes como ?¡Este año váis a ver más carbón que el deshollinador de Mary Poppins, hijos de Herodes!??. Las constantes referencias al carbón han hecho pensar a las autoridades que tal vez provenga de un país con una importante industria minera.
Según ha podido saber este medio, el detenido será trasladado en los próximos días a algún país de África occidental, donde al parecer han sido identificados otros individuos de aspecto similar. El traslado se producirá en cuanto detengan a suficientes Baltasares para llenar un avión.
[NOTA DE LOS EDITORES: este texto es una pequeña broma navideña, pero la realidad no tiene ni puñetera gracia. Mientras escribíamos estas líneas durante la mañana de ayer, las Brigadas Vecinales denunciaron seis redadas raciales en la ciudad de Madrid. De las muchas cosas que ha dicho el nuevo Ministro del Interior desde que juró el cargo, ninguna de ellas está relacionada con la obscenidad moral de los Centros de Internamiento, heredada del actual candidato a la Secretaría General del PSOE. Corregir esta situación no es una cuestión de ideologías, sino del rasero ético del que queramos dotarnos como sociedad. Actúen.]
Hasta ahora, han sido muchas menos las voces que se han alzado sobre la existencia de estos centros y motivos no faltan. Vean si no, este breve documental realizado sobre los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs) que no tiene desperdicio.
O este documento sobre las condiciones de los CIEs realizado por algunas ONG´s en el que se da cuenta del vacío jurídico en el que se encuentran los allí internados y las condiciones de vida existentes en estos centros. También hay motivos para preocuparse con lo que sucede allí si se tiene en cuenta el reciente fallecimiento de un interno en el CIEs de Zona Franca de Barcelona.
Por todo ello, está muy bien que alcemos la voz para pedir el cierre de Guantánamo, pero está igual de bien o mejor que alcemos nuestras voces denunciando la existencia de los CIEs y la indefensión jurídica en el que se encuentran los allí detenidos. Como dice Gonzalo Fanjul, ?no es una cuestión de ideologías sino del rasero ético del que queramos dotarnos como sociedad??.