Algunas opiniones se han expresado en el sentido de extrañarse de que grupos cristianos “supuestamente críticos y progresistas” formaran parte de una plataforma laica contra la visita del Papa.
En primer lugar, somos ciudadanos y ciudadanas que compartimos la indignación con buena parte de la población por cómo se ha montado este “evento”: especialmente por el derroche de gastos con dinero público para unos actos que al fin y al cabo son confesionales. Y otros muchos aspectos que se reflejan en el manifiesto “Nosaltres no t’esperem”, que nosotros también suscribimos.
Personas y grupos creyentes de base nos sentimos cercanos a colectivos y personas que no se confiesan creyentes, pero con quienes compartimos codo con codo una misma utopía de que “otro mundo es posible” y un mismo compromiso en causas de solidaridad. En cambio a veces nos sentimos muy distantes de grupos y personas que se llaman cristianas como nosotros, pero con planteamientos y sensibilidades muy diferentes.
Nuestra posición y oposición no es sin matices. No estamos contra la visita del Papa (si quiere venir, que venga; no se lo vamos a impedir), sino contra la forma en que se ha montado. No estamos contra el Papa, sino contra el hecho de que sea y venga como Jefe de Estado. No estamos contra la familia, sino al contrario, a favor de todas las familias, no de un modelo único. Etc.
Pero como creyentes, podemos, desde nuestra fe cristiana, añadir algunos motivos de crítica a esta visita, iluminando la actualidad con algunas referencias a Jesús y al Evangelio.
1) Creemos que el criterio fundamental de discernimiento cristiano es la opción por los pobres. Y aquí precisamente no están presentes, no se les tiene en cuenta. Mientras se regatean ayudas sociales y compromisos de solidaridad (objetivos del Milenio, deuda externa, 0,7%, etc), no se mira en gastos para este evento. Es más, el nivel de ostentación, de derroche, de grandiosidad… es un agravio a los pobres, y por tanto a Jesús (“lo que hagáis con uno de estos más pequeños, a mí me lo hacéis” (Mt 25,40).
2) Cuando Jesús vio cómo habían convertido el Templo en un mercado, se indignó porque habían convertido la casa de oración en una cueva de bandidos, y haciendo un azote con cordeles, los echó a todos del Templo, volcando las mesas de los cambistas y desparramando las monedas. (Jn 2, 15). Nosotros, en este evento vemos un mercadeo con la religión, tanto desde las instancias civiles, que se lo plantean como una inversión que dará beneficios, como por parte de la Iglesia que “se deja querer” y se presta al juego de la promoción de Valencia con la visita del Papa. Nosotros no vamos a usar ninguna violencia, pero sí expresamos nuestro rotundo rechazo a este mercadeo.
3) Los actos previstos de religiosidad masiva nos evocan un nacionalcatolicismo, que creemos incompatible con el respeto a la laicidad de nuestra sociedad y del Estado aconfesional. Como creyentes, creemos que la Eucaristía, celebración de aquella cena en la intimidad, antes de ser ejecutado Jesús por el poder civil y religioso (Pilato y Caifás) no puede convertirse en un espectáculo de masas y mediático, donde participan las primeras autoridades, no por creyentes sino por autoridades.
4) En la organización del evento, aparece el Papa como figura eminente, pero más nos preocupa cómo se han volcado en la preparación y organización tanto las autoridades civiles, como el Arzobispado de Valencia, la Conferencia Episcopal, los movimientos neo-conservadores católicos mediante parroquias, algunos colegios religiosos y otras asociaciones. Nos preocupa porque se muestran “más papistas que el Papa”, y es síntoma de un fundamentalismo católico peligrosísimo en muchos aspectos, como ya se está viendo en posturas de fanatismo, de intransigencia y condena.
5) Entrando ya al tema de la Familia, motivo del Encuentro, por supuesto que nos parece un tema muy importante, pero no como defensa de un único modelo de familia, sino atendiendo a la diversidad real que hay, y en la que “todas las familias importan” Y para aportar algo al tema de la familia, les hago dos sugerencias a la jerarquía eclesiástica, y a los señores obispos en particular:
a. Si tan importante es el tema de la familia, y tan buena y sublime ¿por qué la quieren para otros y no para sí? ¿por qué no aceptan ya el celibato opcional, y que los curas (si quieren) se puedan casar? Y los obispos. ¿Ya no suelen leer aquel texto de la carta de San Pablo a Timoteo que decía: “El obispo que sea intachable, fiel a su mujer, juicioso, equilibrado, hospitalario…, pacífico y desinteresado. Tiene que gobernar bien su propia casa y hacerse obedecer de sus hijos con dignidad. Uno que no sabe gobernar su casa ¿cómo va a cuidar de una asamblea de Dios? (1 Tim 3, 1-6).
b. Ya que tan importante es la familia, ¿por qué no se empeñan más en la reagrupación de familias de inmigrantes actualmente separadas? ¿Y en apoyar la causa de mujeres maltratadas, de menores desprotegidos y de familias desestructuradas, muchas veces por la violencia machista? Podría ser un buen compromiso de este Encuentro de las Familias.
Deme Orte (CCP)
GRUPOS CRISTIANOS PRESENTES EN LA PLATAFORMA “JO NO T’ESPERE”:
-Dones creients
-Católicas por el Derecho a Decidir.
-Comunitats Cristianes Populars (CCP)
-Grup Cristiá Pacifista i antimilitarista.
-Corrent Som Església
-Grup cristià del col•lectiu Lambda.