Desde hace varias décadas, los grupos conservadores, guiados por sus creencias religiosas y ahora posicionados en instituciones gubernamentales, pretenden seguir legitimando la triada padres-madre-hijas e hijos como único modelo de familia, sin reconocer que en la actualidad los cambios sociales han orillado a conformar otros modelos de familia.
La Red Nacional Católica de Jóvenes por el Derecho a Decidir (RNCJDD) en Oaxaca dice en un boletín que estos grupos conservadores insisten en afirmar la relación monogámica heterosexual, desde que se unen en matrimonio hasta que mueren, como única opción para formar familias, ignorando otros modelos de familia, por ejemplo: la presencia femenina como cabeza de la familia con hijas e hijos, y personas del mismo sexo con hijas e hijos.
En Oaxaca, se vive una transformación del núcleo familiar, tanto en zonas urbanas e indígenas, debido al fenómeno de la migración y la violencia hacia las mujeres, y debido también a las relaciones de parejas del mismo sexo.
En México, dice RNCJDD, un avance en las políticas publicas que reconocen la pluralidad familiar se observa en el Distrito Federal, donde se aprobó la Ley de convivencia, que contempla el reconocimiento de la unión jurídica entre personas de diferente o del mismo sexo, mayores de edad, que deseen establecer un hogar común, con voluntad de permanencia y ayuda mutua.
Así mismo, ?creemos que las jerarquías religiosas, principalmente la católica, debe reconocer y respetar las distintas maneras de vivir en familia, enfatizamos que las y los funcionarios de gobierno encargados de elaborar políticas publicas están obligados a respetar el carácter laico del Estado mexicano, y no imponer una ?única y buena?? forma de ser familia desde sus creencias religiosas ante una sociedad plural??.
Por el contrario, indica el organismo, deben reconocer la pluralidad familiar del país e impulsar políticas públicas laicas que garanticen los derechos de los modelos familiares que en el convergen.
?Es un desafío que enfrenta la clase política mexicana ante la demanda social de elaborar políticas que promuevan el respeto de los derechos humanos, y los derecho sexuales de las y los jóvenes, basándose en la equidad de oportunidades para todas y todos los miembros de una familia.
En el mundo, 17 países permiten las uniones de personas del mismo sexo. En América Latina son: Argentina, desde mayo del 2003; Canadá, y Estados Unidos.
En este último país, solamente el estado de Massachussets autoriza desde el 2004 el casamiento entre parejas homosexuales. Vermont y Conneccticut reconocen las uniones civiles y otorgan a los homosexuales algunos derechos similares a los de las parejas heterosexuales. En 2004, en California y Oregon se celebraron casamientos homosexuales que generaron polémica antes de ser anulados por la justicia de esos estados.
En Europa se ha dado uniones similares en España, Holanda, Bélgica, Francia, Portugal, Alemania, Croacia, Gran Bretaña, Nueva Zelanda y Suiza.