Enviado a la página web de Redes Cristianas
El Gobierno que nos atribula actúa como esos grandullones que se meten con los pequeños y se acobardan con los de su igual. Al Gobierno que nos abate no le basta una reforma laboral injusta e inútil, sino que ahora pretende asaltar, gravamen en mano, a aquellos trabajadores que despedidos de forma improcedente reciben una indemnización destinada a sufragar las pérdidas económicas inherentes a dicho despido.
Si se estima que en España existen unos 250.000 millones de bases imponibles ocultas, ¿por qué nuestro inefable Gobierno no se mete con estos defraudadores en lugar de meterse con los pobres e indefensos trabajadores? La economía de nuestro país no necesita maquillajes electoralistas, sino una reforma fiscal equitativa que vaya más allá de los intereses ideológicos y partidistas.
. Valladolid