En Barcelona, en el famoso colegio de abogados, se encuentra el tribunal Russell sobre Palestina, que examina las violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional por Israel.
Recordemos que Russel, premio Nobel de literatura, tomó la iniciativa de crear, en 1967, un tribunal para esclarecer los crímenes de guerra cometidos en Vietnam. Quería prevenir el crimen del silencio. Jean-Paul Sartre presidió este tribunal.
El año pasado, después de la guerra desatada por Israel contra Gaza, unos ciudadanos se movilizaron para preparar la actuación de un tribunal sobre Palestina, compuesto por expertos del derecho internacional de renombre mundial. Los testigos vinieron a declarar: médicos o abogados israelíes y palestinos, diputados europeos, enfermeras… Cuando llegaron sobre el terreno y vieron como vivían los palestinos, cambiaron de mirada y de parecer.
Estas jornadas me parecen apasionantes. Estaremos unos trescientos. Las ocasiones de contactos no faltan. Al caer la noche, nos vamos a caminar por las grandes avenidas de Barcelona donde a los catalanes les gusta vivir.
La Unión europea está pasando apuros por su política de complacencia hacia Israel: bien se trate de los acuerdos comerciales preferentes con Israel, del comercio de armas, del saqueo de recursos en los Territorios ocupados, del incumplimiento de las resoluciones de la ONU, de las diarias violaciones de los derechos humanos, de la colonización de Jerusalén Este, del silencio al respecto del informe Golstone??
La Unión Europea se mantiene impasible ante estas prácticas coloniales de otros tiempos. Me venían a la mente estas palabras de Aimé Césaire en 1955:« el colonialismo envilece al colonizador. »
De ahí la importancia de la sociedad civil para ejercer presiones sobre los gobernantes de la Unión Europea para que encuentren la valentía política que se necesita para hablar y actuar.