Entrevista con Enric Canet, escolapio y Director del Casal dels Infants del Raval -- Catalina Gayá

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El Periódico

–¿Por dónde cree que debe empezar el nuevo presidente?
–La religión católica no debe recibir privilegios en la Constitución. El Estado tiene que aceptar que existe la religión como un hecho público, pero no otorgar privilegios. Nos ayudaría a entrar en la pobreza y generaría una crisis que nos daría la posibilidad de crear una nueva iglesia.

Siga, siga.
–Cualquier religión es buena para llegar a la trascendencia, pero en España hay un sector de eclesiásticos que se agarra a la tradición católica del país y que piensa que esto significa que debe haber un privilegio.

–Soplan vientos de guerra.
–La crisis actual está tapada. Hay tranquilidad, pero no paz. Nadie opina, nadie puede decir nada excepto la voz dominante.

–¿Para cuándo la revolución?–Hay graves dificultades para dialogar fuera del pensamiento único que impera desde 1978 y que no deja avanzar. Las estructuras jerárquicas son antidemocráticas.

–¿Cómo pueden convivir visiones tan diferentes?
–Tenemos el mismo Evangelio, pero yo convivo con los no creyentes. Creo que lo más importante es aceptar la diversidad humana y las situaciones humanas.

–¿Cree que la jerarquía eclesiástica española acepta la diversidad?–La Conferencia Episcopal, no. Los obispos catalanes, sí. La jerarquía de la Iglesia española es integrista.

–¿Cuál es el papel actual de la Iglesia católica en España?
–La Iglesia no debe existir para mirarse el ombligo y hacer más cristianos. La Iglesia tiene función en la transformación del mundo. Esto es lo que digo yo y ellos dicen lo contrario.

–¿Por qué en España se ha radicalizado el discurso de la jerarquía hacia la derecha?
–Porque los obispos que apoyan este modelo son los que están en el poder y a los obispos progresistas los han echado.

–¿Cómo se siente cuando la Conferencia Episcopal Española se manifiesta a favor de un modelo muy concreto de familia?
–Muy mal, muy mal. Yo no sé si tienen mala fe, pero yo recomendaría a estos obispos que salieran a la calle y conozcan la realidad de las mujeres que se ven forzadas a abortar, la realidad de los homosexuales, de los ateos, la de los musulmanes. Esto les haría cambiar de chip.

–Hablemos de familia.
–No tiene sentido defender el modelo de la familia nuclear. Se acogen a la familia como un modelo único y es el mismo que defiende el señor Rajoy. La niña que puso de ejemplo durante el debate es el de la familia perfecta, todo es perfecto, se casan mujer y hombre, forman la familia… Esa no es la realidad.

–¿Cree que los obispos están convencidos de lo que dicen?–Yo creo que Rouco Varela se cree todo lo que dice, pero también se lo creía Franco.

–¿Qué le recomendaría?–Yo le pido que acepte que todos tenemos nuestra conciencia y que no se trata de imponer conciencias. Claro que hay cosas que no se deben tolerar, como la discriminación de la mujer dentro de la Iglesia. Hay mucha misoginia.

–¿Hay alguna esperanza?–El nuevo general de los jesuitas es una esperanza. Dentro de poco los sacerdotes se podrán casar, pero dudo que dejen ordenar a mujeres. La Iglesia quiere mujeres sumisas y la Conferencia Episcopal Española mantiene este modelo.

–¿Se encontrarán algún día islam y cristianismo?
–El islam y el cristianismo en su esencia más profunda están muy cercanos. Otra cosa es que el islam no esté en sus mejores momentos, pero el cristianismo tampoco lo está. Uno y otro deben hacer un esfuerzo para actualizar los valores.

–¿Hay diálogo posible?
–El diálogo interreligioso es imprescindible. El actual Papa, en este tema, como en otros, da golpes a derecha y a izquierda y no sabes muy bien qué opina. Sigue pensando que fuera del catolicismo no hay salvación y esto un dogma de la edad media que no tiene ningún sentido.

–¿Dónde están los conflictos? ¿En las jerarquías políticas y eclesiásticas o en la calle?
–Hay más intolerancia en los discursos de la Iglesia que en la calle.