Cuentan con un mensaje claro «Jo no t’espere», un logotipo (una señal de peligro con una mitra dentro) y una serie de actividades previstas para «dejar bien claro» que no toda la ciudad de Valencia está volcada ni con los preparativos del V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) ni con la visita, los días 8 y 9 de julio, del Papa Benedicto XVI para clausurarlo.
Se trata de una plataforma cívica que ha sido creada por cerca de quince colectivos de lo más variado, aunque espera la adhesión «de muchos más». El objetivo es doble: por una parte «manifestar nuestra repulsa al discurso involucionista del Vaticano», y por la otra «criticar el derroche organizado por la visita papal».
Los distintos colectivos que integran la plataforma son muy diferentes ?ya que la entidad agrupa a personas cristianas, laicas y ateas, a gays y lesbianas, a mujeres, a colectivos culturales, a entidades volcadas en la lucha contra el sida…? y están decididos a llenar la ciudad de pancartas con su imagen y su lema. De hecho, esperan repartir más de 5.000 pancartas con la señal de peligro con la mitra dentro, y el lema «Jo no t’espere». Esa es la primera medida, pero no la única.
La entidad prevé charlas, conferencias, manifestaciones… y más actividades «que aún se están gestando porque acabamos de nacer como plataforma».
El coordinador de esta iniciativa, Joaquim Cádiz señaló que esta «respuesta cívica» quiere contrarrestar la «logística oficial» desarrollada por el Ayuntamiento de Valencia y La Generalitat. Ambas instituciones «incumplen flagrantemente la Constitución con tanta euforia económica, política e ideológica», afirmó.
«No damos crédito a todo lo que estamos viendo a diario: pretenden que la ciudad se paralice y que quien no quiera asistir a este espectáculo se vaya de Valencia», criticó Cádiz, quien afirmó tener el convencimiento de que «son más» los que piensan de esta forma en la capital del Túria que el millón y medio de peregrinos que se espera lleguen durante la primera semana de julio.
Diversidad de colectivos
Entre las primeras entidades firmantes del manifiesto están Comunitats Cristianes Populars, Corrent Som Església, Dones Creients, Católiques pel dret a decidir, Ca Revolta, Collectiu Lambda, Grup Cristiá Pacifista, Federación Internacional de Ateos y Coordinadora de Asociaciones de Lucha contra el Sida en la Comunitat Valenciana. Asimismo, mantienen ya contactos con partidos políticos y sindicatos para lograr un mayor respaldo social.
A la presentación de la plataforma acudieron los representantes de los distintos colectivos. Desde entidades como el colectivo Lambda o la Coordinadora de Asociaciones de la Lucha contra el sida el discurso está claro: «la iglesia marca un modelo claro de familia que nosotros no compartimos. Además, marca doctrinas claras e inamovibles sobre el uso del preservativo que, en el caso de los enfermos de sida, es fundamental».
Sin embargo, la presencia de entidades católicas llama, cuanto menos, la atención. La representante de la asociación Dones 8 de març, Amparo Madrigal, quiso señalar que «nosotros discernimos de muchos planteamientos de la iglesia como la moral sexual, la jerarquía que afianza grupos de poder o la ciega mirada a la pobreza del mundo». Por ello, apuestan por «una iglesia renovada» que se adecue a los tiempos y cambie «su justicia social».
Los colectivos recordaron que el Estado es laico, con una sociedad que no tiene «una única religión», y donde la educación debe estar separada de las creencias para promover la «diversidad familiar», el respeto a la mujer y una educación sexual basada en el respeto y la prevención del sida.