Religión Digital
«¡Qué hermosa sería la humanidad si todos fuéramos como él!»
Desde que nos conocimos, hace muchísimos años, Enrique de Castro fue para mí un gran amigo. Coincidimos en muchas luchas sociales y reivindicaciones religiosas. Y era un amigo fiable, de esos que sabes que no te falla nunca
Siempre se habla de Jesús y las malas compañías, pues, salvando las distancias, Enrique estaba siempre en ‘malas compañías’, que eran curiosamente muy buenas compañías con las que él vivía. Ver noticia original en …