EL ‘OBISPO OBRERO’ DEL BRASIL, RESPONSABLE DEL CLERO EN EL VATICANO

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La Curia de Benedicto XVI tomó ayer más cuerpo con el nombramiento del cardenal brasileño Claudio Hummes como nuevo prefecto de la Congregación para el Clero, encargada de orientar y ayudar a mas de cuatrocientos mil sacerdotes en todo el mundo. Hummes, de 72 años, e hijo de inmigrantes alemanes en el sur del Brasil, es un campeón de la justicia social y amigo de Lula da Silva desde que le protegió cuando era líder sindical durante los años de dictadura militar. Sustituye al cardenal colombiano Darío Castrillon, de 77 años, quien cesa por motivos de edad pero continuara ocupandose del diálogo con los seguidores tradicionalistas de Marcel Lefebvre.

Aparte de un motivo de orgullo para Brasil -el mayor país católico del mundo, pero que llevaba años sin contar con ningún cardenal en la Curia romana-, el nombramiento de Hummes fue muy bien recibido en Roma pues fue uno de los «papables» iberoamericanos en el último cónclave y goza de un gran prestigio, pues siempre ha hablado con gran claridad y, al mismo tiempo, con gran espíritu constructivo.

El «fichaje» del arzobispo de Sao Paulo, una de las diócesis mayores y mas difíciles del mundo, elevará a cuatro los «pesos pesados» llamados por Benedicto XVI a la Curia romana, muy necesitada de renovación pues la prudencia aconsejaba hacer pocos cambios de personas en la última etapa de Juan Pablo II y en el inicio del nuevo Pontificado.

Benedicto XVI sorprendió a muchos por su lentitud en esta tarea pues en el primer año se limitó a llamar al arzobispo de San Francisco, William Levada, actualmente cardenal, para cubrir el hueco dejado al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Después vino el nombramiento del cardenal indio Ivan Dias, uno de los «papables» asiáticos, como responsable del dicasterio de Evangelización de los Pueblos, que se encarga de los territorios de misión y, por lo tanto, propone los nombramientos y supervisa el trabajo de un tercio de los obispos del mundo.

Pero el cambio más significativo tuvo lugar el pasado 15 de septiembre con el nombramiento del cardenal italiano Tarcisio Bertone como nuevo secretario de Estado -«número dos» del Vaticano-, en sustitución del cardenal Angelo Sodano, de 79 años.

Retraso en la renovación

El plan de renovación de la Curia romana, que incluirá cambios de personas y simplificación de estructuras, sufrió un retraso de varias semanas debido a la polémica por el discurso del Papa en la Universidad Regensburg. Pero ahora, calmadas ya las aguas, se verá en poco tiempo el resultado de un largo período de estudio con un grupo muy reducido de cardenales.

En cuanto a relevos, el próximo puede ser el del «sustituto» de la secretarío de Estado, un cargo que puede considerarse el «numero tres» del Vaticano, a medio camino entre un ministro del Interior y un jefe de Gabinete del Papa, pues canaliza todos los expedientes que llegan o emanan del Pontífice. El arzobispo italoargentino Leonardo Sandri podría ser sustituído por el italiano Rino Fisichella, rector de la Pontificia Universidad de Letrán, teólogo brillante y personaje de gran corazón como demuestra su amistad con políticos diversos y con personas que no comparten la fe católica.