La distinción entre Iglesia rica-poderosa y algunos cristianos pobres-impotentes va en contra del evangelio. En el campo del asistencialismo, la Iglesia se limita –en esa misma lógica– a la gestión de centros de acogida para los menos favorecidos, pero no desconfía de la autoridad civil causante de la pobreza y la desigualdad. Así, en el siglo XIII, como evidencia, “se formaron institutos hospitalarios y militares, sociedades para el rescate de los cautivos”Anota Chenu que “la Iglesia se había convertido en soporte y garante de una sociedad de la que, por lo mismo, era ella la primera beneficiada” ··· Ver noticia ···
El obispo de Cádiz debería entender que necesitamos una Iglesia pobre para los pobres -- José Carlos Enríquez
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