FUENTE: LA MAREA
“La Iglesia no cumple con sus obligaciones democráticas. Y ocurre porque el Estado se lo consiente, convirtiéndola en un paraíso fiscal dentro de sí mismo”, reflexiona el profesor de Derecho Civil.
Meteos bien esto en la cabeza: nadie que se da a la inmoralidad, a la indecencia o al afán de dinero, que es una idolatría, tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios”.
(Carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4,32–5,8)
Hace diez años que el papa Benedicto XVII eliminó el limbo para los recién nacidos que morían sin bautizar, pero no para los millones de euros que recaudan por las entradas a monumentos y otras actividades mercantiles de la Iglesia. Porque siendo muy grave que no pague impuestos por ello, contraviniendo lo exigido en reiteradas ocasiones por la Comisión Europea y recientemente por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), aún peor es que no declaren sus ingresos ante la Administración tributaria. ··· Ver noticia ···
El negocio de las entradas de la Iglesia -- Antonio Manuel Rodríguez
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