Luego de las polémicas declaraciones de Uberfil Monzón, en las que legitimaba que una persona llegara a robar para comer, la Iglesia emitió un comunicado en el que desautoriza las expresiones del director del Inda.
El sacerdote Uberfil monzón, director del Instituto Nacional de Alimentación, había entrado en el medio de la polémica luego que declarara públicamente que «en determinadas realidades es legítimo que una persona pueda robar, por ejemplo, para comer».
La Iglesia, según reporta radio El Espectador, salió al cruce de estas declaraciones al emitir un comunicado al respecto que fue respaldado por el propio Arzobispo Nicolás Cotugno.
La Iglesia, según reporta radio El Espectador, salió al cruce de estas declaraciones al emitir un comunicado al respecto que fue respaldado por el propio Arzobispo Nicolás Cotugno.
La misiva aclara: «La iglesia no autoriza el hurto por una simple necesidad como se ha dicho recientemente en la prensa, sino como excepción y ante un estado de necesidad realmente apremiante con amenaza de peligro para la subsistencia real de la persona».
Finalmente, concluye: «No se justifica por tanto el hurto o la rapiña sino que se afirma el derecho de la persona a procurar su subsistencia de modo en que le es posible en una situación excepcional o estado de necesidad realmente acuciante».
http://www.montevideo.com.uy/notnoticias_67039_1.html
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Una antigua polémica se ha desatado en la sociedad y en la Iglesia, y aunque es posible que ninguno de los dos participantes de la contienda (El Padre Uberfil Monzón- Director del Instituto Nacional de Alimentación y el Arzobispo de Montevideo)lo quieran, han introducido una polémica que tiene una dimensión filosófica, teológica, pastoral, pero también, social, política, económica e ideológica.-
En momentos en que los grupos más poderosos del país reclaman la absolutización de la propiedad privada, pidiendo tolerancia cero, endurecimiento de las penas y criminalizar la conducta de menores??en que la realidad de la pasta base y la pobreza, desatan una corrida de criminalidad importante??El tema se vuelve una urticante revulsivo, que nos pondrá de un lado o de otro de la línea y desde allí nos situara en un diagnostico y en una forma de abordar el problema, si la respuesta debe ser represión, o mejorar la distribución económica, la educación, si necesitamos más invertir como sociedad en lugares de desintoxicación y atención a los niños y adolescentes narcodependientes, o en una política de represión, y criminalizarlos y encerrarlos donde no molesten a la sociedad.-
Pero la cuestión de esta discusión parece centrarse en cuál es la posición de la Iglesia católica alrededor de este tema y parece que no debería haber discusión que para situar dicha posición debamos recurrir al Concilio Vaticano II, que retomando una antiquísima tradición de la Iglesia, en la Constitución Pastoral Gadium et Spes, en su nùmero 69 se espresa??
?Los bienes de la tierra están destinados a todos los hombres
69. Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la égida de la justicia y con la compañía de la caridad. Sean las que sean las formas de la propiedad, adaptadas a las instituciones legítimas de los pueblos según las circunstancias diversas y variables, jamás debe perderse de vista este destino universal de los bienes. Por tanto, el hombre, al usarlos, no debe tener las cosas exteriores que legítimamente posee como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no le aprovechen a él solamente, sino también a los demás. Por lo demás, el derecho a poseer una parte de bienes suficiente para sí mismos y para sus familias es un derecho que a todos corresponde.
Es éste el sentir de los Padres y de los doctores de la Iglesia, quienes enseñaron que los hombres están obligados a ayudar a los pobres, y por cierto no sólo con los bienes superfluos. Quien se halla en situación de necesidad extrema tiene derecho a tomar de la riqueza ajena lo necesario para sí. Habiendo como hay tantos oprimidos actualmente por el hambre en el mundo, el sacro Concilio urge a todos, particulares y autoridades, a que, acordándose de aquella frase de los Padres: Alimenta al que muere de hambre, porque, si no lo alimentas, lo matas, según las propias posibilidades, comuniquen y ofrezcan realmente sus bienes, ayudando en primer lugar a los pobres, tanto individuos como pueblos, a que puedan ayudarse y desarrollarse por sí mismos.??
Ahora veamos lo que dice??con respecto a la necesidad extrema??el tema se sitúa en un horizonte más amplio, que es el destino universal de los bienes???? En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la égida de la justicia y con la compañía de la caridad.?? Lo que se nos indica es que los bienes creados??deben??bajo la égida de la justicia y la caridad??entonces lo que debe ser según la Iglesia es que los bienes creados lleguen a todos equitativamente y explica además el porque de tal afirmación??desde la primera frase?? ?Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos????Esto esta planteado, como una voluntad de Dios sobre la creación y después desarrolla el como ??
Sean las que sean las formas de la propiedad, adaptadas a las instituciones legítimas de los pueblos según las circunstancias diversas y variables, jamás debe perderse de vista este destino universal de los bienes. Por tanto, el hombre, al usarlos, no debe tener las cosas exteriores que legítimamente posee como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no le aprovechen a él solamente, sino también a los demás.??
La forma en que el magisterio conciliar lo plantea y que ninguna autoridad en la Iglesia excepto otro Concilio, pueden contradecir, es que el destino de los bienes de la creación es según la voluntad divina, que nadie tenga como exclusivamente suya las cosas exteriores??
La propiedad privada, como es concebida por el sistema Neoliberal no es cristiana, ni esta conforme al legítimo magisterio de la Iglesia??y para rematar el concepto, el concilio nos dice ?Por lo demás, el derecho a poseer una parte de bienes suficiente para sí mismos y para sus familias es un derecho que a todos corresponde.?? El derecho es a tener una parte de los bienes suficientes para si y para su familias??es decir es un derecho que a todos corresponde el tener lo suficiente para si y para sus familias??
Es en este marco que debe interpretarse, el concepto de??necesidad extrema?? es decir, que esta haciendo ejercicio de su derecho,??tener lo suficiente para si y para su familia??. Debe incluso tenerse en cuenta que el texto, para ampliar perfectamente su comprensión nos habla en la frase previa, de ?Es éste el sentir de los Padres y de los doctores de la Iglesia, quienes enseñaron que los hombres están obligados a ayudar a los pobres?? la contraparte de esa obligación es?? Es el derecho de tomar la riqueza ajena??porque en realidad no es ajena, sino es común??por lo que no existe la propiedad privada absoluta y por lo tanto, tomar, no es equivalente a robar, sino a reimplantar la égida de la justicia??El Neoliberalismo económico ha llevado a que bastos sectores de la Iglesia, hoy hayan incorporado este concepto de propiedad privada, ideologizando y absolutizando, el concepto de propiedad Universal de los bienes, lo que es tanto como descristianizarlo.-
Debemos volver a esa antigua enseñanza de los Santos Padres de la Iglesia, que nos enseñan que lo que le sobra a uno, se lo esta robando a los pobres (los que no lo tienen o carecen)??
Si tenemos que ideologizarnos, porque no existe la neutralidad ideológica, hagámoslo de tal manera que seamos lo más fieles posibles a lo que el Maestro y sus apóstoles y los Padres de la Iglesia nos enseñaron (Hch 2,44-4,32)
«Dice el rico ¿a quién hago injusticia reteniendo lo mío?. Pero dime ¿qué es lo tuyo? ¿De dónde lo has obtenido e incorporado a tu vida? Es lo mismo que si uno, una vez ocupado un sitio en el teatro, luego se empeñara en alejar de él a todos los demás que entran, considerando como suyo lo que fue hecho para uso común. Así son los ricos: han tenido buen cuidado de ocupar lo que era común y ahora se empeñan en que el hecho de haberse anticipado les hace propietarios. Si cada uno tomara nada más lo que necesita para satisfacer sus necesidades y dejara el resto a quien lo necesite, no habría ricos ni pobres (San Basilio, Obispo de Cesarea del S. IV).
(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)