El obispo de Buyumbura Evariste Ngoyagoye apeló a la paz en Burundi durante su sermón de Navidad. “Un alto el fuego sería el mejor regalo de Navidad para el pueblo burundés”, dijo durante la celebración en la catedral Regina Mundi aludiendo al gobierno y al único grupo rebelde que aún está activo en el país, el Frente de Liberación Nacional (FNL).
Ngoyagoye dijo que las Navidades deberían ser un momento para hacer un examen profundo de los comportamientos políticos, indiviuales, familiares y sociales de cada día.
El 7 de septiembre de 2006 se firmó un alto el fuego que fue roto posteriormente. Desde ese momento el proceso de paz se enfrentó a una interrupción en los últimos meses tras el boicot del comité de suerpvisión del FNL.
Los líderes del movimiento rebelde, con el apoyo de gran parte de la sociedad civil, piden la sustitución del principal mediador en el proceso de paz, el sudafricano Charles Nkaqula, que ha recibido acusaciones de estar demasiado próximo al gobierno, según informa la agencia misionera de noticias MISNA.
A comienzos de diciembre, los líderes de la región de los Grandes Lagos dieron al FNL un ultimátum para que regresaran a las negociaciones de paz antes del 31 de diciembre. Si no cumplen el plazo establecido, podrían recibir la prohibición de circular por el área, se enfrentarían a un embargo de armas y serían inscritos en la “lista negra “ de “fuerzas negativas” en la región.