Helmut Schüller: «Una explicación papal abierta y sin sanciones canónicas»
«A lo largo de los siglos, la Iglesia ha cambiado su enseñanza en muchos puntos»
Los «curas rebeldes» austríacos reclaman a la Iglesia la inclusión de los divorciados, gays y sacerdotes casados
«Es probable que esta internacionalización haya llevado a Ratzinger a tratar por primera vez en público el tema de la desobediencia de Austria»
Por primera vez, Benedicto XVI habló, en la solemne homilía de la misa crismal y ante más de 1.300 curas y religioso, de «un grupo de sacerdotes» que «en un país europeo ha lanzado una llamada a la desobediencia», preguntándose si «la desobediencia es una forma de renovar la Iglesia» y reiterando que en temas como la «la ordenación sacerdotal de las mujeres hay «decisiones definitivas del Magisterio». Helmut Schüeller, el lider de los curas rebeldes austríacos, citados por el Papa, austríacos, se muestra satisfecho de las afirmaciones de Benedicto XVI.
Helumt Schueller ve el vaso medio lleno: «Ha sido una explicación abierta y no hubo ninguna prohibición o sanción por parte del Papa».
«El Papa – dice el cura desde su parroquia de Probstdorf – reconoce que nos movemos con la intención de la solicitud por la Iglesia, asi como por el deseo de mirar a su futuro».
«Además, Benedicto XVI asegura citando a Juan Pablo II, que el Magisterio no se puede modificar, por ejemplo en temas como el sacerdocio de las mujeres. Nosotros, y otra mucha gente, en esto no estamos de acuerdo. A lo largo de los siglos, la Iglesia ha cambiado su enseñanza en muchos puntos». «Pero en general – añade Schueller – el tono del Papa no fue áspero».
Monseñor Helmut Schueller, de 59 años, es ahora párroco de San Esteban en el pueblo de Probstdorf. Antes, fue presidente de Caritas Austria y vicario general del cardenal de Viena Christoph Schoenborn.
Su fama, sin embargo, viene después, cuando, terminada su amistad con Schoenborn, en 2006 puso en marcha la «Iniciativa Pfarrer-‘, la iniciativa de los pçarrocos, un «llamamiento a la desobediencia, que pide, entre otras cosas, las mujeres sacerdotes, la comunión para los divorciados vueltos a casar, la abolición de la obligación del celibato o la corresponsabilidad real de los laicos. En resumen, la reforma de la Iglesia.
Al principio sólo unos pocos sacerdotes siguieron a Schueller. Luego, la rebelión fue cuajando y firman el manifiesto decenas y centenares de curas austríacos. Hoy en día, los firmantes son 400, una décima parte del clero austriaco.
Y una reciente encuesta realizada por GfK-Umfrage reveló que el 72% de los sacerdotes austriacos «simpatiza» con el manifiesto. Y lo más importante, el movimiento se extendió fuera de Austria.
En Irlanda, en particular, la Asociación de Sacerdotes Católicos (www.associationofcatholicpriests.ie) ha crecido de manera exponencial como consecuencia de la explosión del escándalo de la pederastia clerical en la isla.
E incluso en Francia, el grupo «de la verdadera obediencia al Evangelio» está recogiendo adhesiones (sapafrance.canalblog.com).
Para el líder de los sacerdotes rebeldes «es probable que esta internacionalización haya llevado a Ratzinger a tratar por primera vez en público el tema de la desobediencia de Austria».
A su juicio, es significativo que el Papa no se haya refirido al grupo rebelde amenazándolo con la excomunión. «Es consciente – dice – que aquí, en Austria, hay una discusión sobre estos temas y que nuestras ideas son seguidas por muchos fieles Y que la cuestión, por lo tanto, no se puede resolver con una sanción».