Los conspiradores contra Rajoy, en el escenario
Defendí, este sábado en La Noria, que estamos asistiendo ?desde la noche del 9 de marzo y tras las palabras de Rajoy en el balcón de Génova 13- al desarrollo de una conspiración previamente diseñada cuyo objetivo es el acoso y derribo al actual presidente del PP. Ni Isabel Durán ni Miguel Ángel Rodríguez compartieron el diagnóstico.
Trataron de ridiculizarlo e intentaron mofarse de mis razonamientos. Es bastante comprensible que los conspiradores, o los amigos o los colaboradores de éstos, nieguen la mayor y tiendan a negar además la evidencia. Pero no por ello deja de ser verdad que ?como las meigas en la Galicia donde naciera Rajoy- conspiradores haberlos haylos.
Príncipe de la Iglesia
El último conspirador que ha salido al escenario ?o que ha sido obligado a salir del armario de las conjuras- es ni más ni menos que un Príncipe de la Iglesia católica. A nadie que siga con cierto interés la política y la deriva neoconservadora de la jerarquía eclesiástica en su conjunto, pudo asombrar la noticia de enorme impacto que ayer publicó Enric Juliana en La Vanguardia.
Avanzadilla mediática
Rouco Varela, presidente por segunda vez de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo-cardenal de la diócesis de Madrid, avaló -a espaldas de sus colegas del puente de mando- la continuidad de Jiménez Losantos y de César Vidal en la COPE. Como tan relevante episodio aconteció con la rebelión de los halcones del PP contra Rajoy ya en plena y ardorosa marcha -siendo Losantos y sus compadres la avanzadilla mediática de la sublevación- no hay duda sobre la identidad de uno de los conspiradores.
?Quien calla otorga??Con el asentimiento implícito de obispos y cardenales, por aquello de que ?quien calla otorga?? ?a ver cuándo dice en público el cardenal Cañizares lo que dicen que dijo en privado-, resulta lícito señalar que Rouco Varela participa, no por omisión, sino por acción, en el complot para derribar a Rajoy. Su influencia en la COPE es casi absoluta. El propio Losantos lo ha dejado escrito en su libro De la noche a la mañana. El milagro de la COPE.
Navidad de 2002
La guerra de Irak sirvió ?según el autor del libro citado- para orientar con firmeza el rumbo de la cadena radiofónica de los obispos. Entonces, hacia la Navidad de 2002 [?paz en la tierra a los hombres de buena voluntad??, ¡qué sarcasmo!], ?se perfilaron las (??) tendencias esenciales que marcan su trayectoria posterior??, según sostiene Losantos.
La conversión de la COPE
Una fue ?el pacto tácito pero férreo de la propiedad (la Conferencia Episcopal con Rouco al frente) y los directores de los grandes programas ante la ofensiva izquierdista contra el Gobierno legítimo de Aznar??. La segunda no es menos escandalosa, incluso desde la lógica de la Iglesia católica. Se acordó ?la conversión de la COPE en referente ideológico esencial y casi único de la derecha?? y, por ende, ?la animadversión paralela e incondicional de la izquierda??.
La clave última
¿Es que el ?referente ideológico esencial y casi único de la derecha??, forjado en la guerra de Irak ?que fue fruto de la malvada doctrina neocon- y bendecido por Rouco para salvar a Aznar, podía permanecer impasible ante el desviacionismo preconizado ahora por Rajoy? He aquí la clave última de la conspiración.
Actitud levantisca
La actitud levantisca del PP a lo largo de la anterior Legislatura respondió a la consigna de ?salvemos a Aznar??. Los conspiradores contra Rajoy se mueven ahora por similar exhortación: ?Sigamos salvando a Aznar??. El cerebro de la conspiración es Aznar, dispuesto a devorar, como Saturno, a sus propios hijos, empezando por Rajoy. Los otros conjurados son conocidos: Esperanza Aguirre ?que va a por todas porque se juega todo- Mayor Oreja, Ana Botella, Acebes, Zaplana, María San Gil, Losantos, Pedro J. Ramírez, César Vidal, Luis Herrero, Dávila, Isabel San Sebastián y el tutti quanti??
Por la puerta grande
Aznar se creyó que saldría por la puerta grande de la política para pasar directamente ?con su nombre en letras de oro- a la Historia de España. Pero le ocurrió exactamente lo contrario. Pagó muy caras sus relaciones con Bush y sus ardores guerreros. Pagó muy caras sus mentiras de aquella guerra infame. Mintió ?sobre todo por boca de Acebes- a propósito del 11-M.
Cortina de humo
Exigió a sus más próximos que montaran una siniestra cortina de humo sobre la autoría de la matanza del 11 de marzo de 2004. Le obedecieron todos, incluido Rajoy. Fueron grandes protagonistas mediáticos de este proyecto malévolo Losantos y Ramírez. A Aznar le sacó de quicio el proceso de paz con ETA. Llegó a olvidarse del suyo propio. Diabolizó la palabra diálogo. Alentó con todas sus fuerzas el cuento chino del España se rompe.
Al tiempo
No tragó nunca que Zapatero ?gracias a las urnas- hubiera echado por tierra sus planes. Y ahora resulta que sus planes también se los quiere cambiar Rajoy. ¡A por él!, ¡Abajo los traidores!, gritan los conspiradores. Quieren regresar cuanto antes a los felices años del Aznarato. Pero al paso que van no quedará piedra sobre piedra. Al tiempo.