El futuro se juega en el corazón de la humanidad… -- Gabriel Sánchez (Montevideo – Uruguay)

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El problema Tierra, sino nuestra relación para con ella, relación de agresión y de explotación implacable. Necesitamos establecer un acuerdo Tierra y Humanidad para que ambos puedan convivir interdependientemente, con sinergia y espíritu de reciprocidad. Sin esto no tendremos futuro.- Leonardo Boff

Montevideo, 29 de diciembre de 2009 ? Gabriel Sánchez

Increíblemente Copenhague ha sido la más evidente demostración de que el actual sistema y quienes lo dominan, no tienen corazón, ni alma, ni bondad, a tal punto de que por mantener el status quo, de acumulación y poder, están dispuesto a degradar, destruir y expoliar, la belleza inherente y los equilibrios esenciales de la madre tierra?? Rompiendo los ciclos ecosistémicos y llevando a la humanidad al desastre, sin que se les despeine un pelo, o sin pestañar siquiera??

Es que vivimos en un ruptura esencial con las fuerzas que posibilitan la vida, hoy la ciencia nos demuestra como nunca, la relación que existe entre conciencia y energía, que despliegan una relación de sinergia, capaz de transformar la realidad, en ese entorno, la enfermedad que el hombre sufre, lo pone a contrapelo de esos flujos de energía que posibilitan la vida??esto genera un ser contrario a su propia naturaleza, una alienación esencial que lo transforma en un hacedor de la no vida??Ignorando su propia naturaleza, destruyendo sus vínculos escneciales, su pertenecía a lo creado, su comunión con todo lo que lo rodea, excepto su grupo de intereses y el logro de los mismos??

Las culturas antiguas a esta enfermedad que radica en lo profundo del ser humano y de la cultura humana le llamarían diablo??hombre dividido, cultura dividida??

Ante esto culturas muy antiguas, y sabidurías ancestrales, nos intentan enseñar el camino de vuelta a casa, a la unión esencial con la creación, a ocupar el verdadero lugar de la misma, como una parte integrante de esa gran mancomunidad que es todo lo creado??

Es por eso que la solución al problema del cambio climático, no puede ser resuelto por los hombres del poder, porque necesitamos cambiar la mirada y para eso necesitamos cambiar el corazón, volver a ponernos en el sentido concluyentes de las grandes energía que posibilitan la vida??y que muchos les llamamos Espíritu Santo??

Para esto, debemos volver hallar el gusto por pisar el pasto, por tocar la tierra mojada, por plantar semillas, por cuidar el entorno, por no contaminar, por no consumir más de los necesario??Pero implica un cambio que necesariamente se juega en una relación biunívoca (sinérgica, dicen ahora), entre el corazón de cada uno y el de ese gran colectivo que es la humanidad, si despertamos, tal vez estemos a tiempo de intentar salvarnos??Pero la curación como dicen los budista, esta en abandonar la ilusión del control??para entender, que en una comunidad todos aprendemos a autodonarnos sincronizándonos con la esencia de la vida, que se autodona gratuita y constantemente y que eso desata corrientes de vida??que todo lo atraviesan hasta nuestro duro corazón

Y abandonar la ilusión de que somos islas, el árbol, el agua y el sol, están esencialmente conectados a nosotros, así como toda la creación, y que el único camino de superar esta alineación profunda de nuestro ser y de nuestra cultura??es sentir la realidad, es decir que somos parte de ese entramado cósmico que es la creación??

Si no superamos esta enfermedad, la naturaleza nos vera como una bacteria patógena a ser combatida,… y me pregunto ¿Seremos nosotros mismos los que generaremos las condiciones que nos erradicarán???

(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)