El último informe del Fondo Monetario Internacional es tajante y concluyente: España es el país desarrollado de la OCDE donde las cosas van peor del mundo, solo Grecia y Portugal, ofrecen datos tan desastrosos.
Las raíces de la actual crisis económica española la encontramos en lo se podría denominar mala asignación de activos o inversión, una asignación errónea de la inversión que fue de proporciones colosales y duró muchos años.
La fiebre del ladrillo español, una época “dorada” en donde todos los agentes, empresas, inversores, gobierno y banca, dirigieron el grueso de su capacidad inversora hacia un solo objetivo colocar un ladrillo sobre otro ladrillo.
Las consecuencias han sido un fuerte incremento del endeudamiento de todo los agentes. El grueso del flujo de la inversión destinada al ladrillo, una actividad intensiva en mano de obra, pero que a diferencia de una fabrica, una vez se han puesto los ladrillos no es una actividad productiva. Fuerte incremento del gasto público acompañado en aquel momento por un aumento artificial de los ingresos.
El FMI destaca que España se enfrenta a problemas de enorme trascendencia; 1) Un nivel de deuda impagable, que supera el 366% del PIB, entre publica y privada, y en donde el agente más endeudado no es el gobierno o los bancos sino las empresas y hogares. En este sentido somos uno de los países del mundo con mayor nivel de endeudamamiento en relación al PIB. 2) Tejido empresarial destruido. Tras años y años destinando el grueso de la inversión al ladrillo, y con un elevado nivel de endeudamiento cargado a las espaldas de las empresas, España, salvando honrosas excepciones, no cuenta con un tejido empresarial amplio y competitivo. 3) Déficit público descontrolado. A nivel Estatal el grueso del gasto público corresponde a 3 partidas, gasto en salarios, gasto en pensiones y gasto intereses, estas tres partidas se han ido incrementando año tras año desde que se inicio la crisis, en cambio de ha recortado el gasto productivo del Estado (inversión, educación etc). Se ha optado por destinar recursos al rescate de los bancos y se ha confiscado riqueza (subida de impuestos) a los agentes económicos que están más endeudados (empresas y familias) reduciendo consumo e inversión.
De las últimas previsiones del FMI surgen preguntas profundas sobre la Economía española, bastantes y muy profundas:
1 – ¿Cómo va a lograr España crecer 2,3 puntos entre el 2013 y el 2014 si en el 2013 va a caer el -1,6%?.
2 – Para crear empleo neto, ya saben, España precisa crecer, como mínimo, al 2,0%, si según el FMI el paro en España va a descender a partir del 2013, muy poco, pero va a descender, y hasta el 2018 el crecimiento no va a superar el 1,6%, ¿va a reducirse el desempleo porque va a caer la población activa?. Gravísimo.
3 – El déficit en el 2018 será del 5,6%, el 6,2% en el 2016, lo que significa que España no va a cumplir el nuevo compromiso con la Comisión Europea dando por supuesto que a España se le concedan dos años de margen para alcanzar el 3,0%.
4 – La deuda pública española se va a disparar : el 120% del PIB en el 2018, porque España no va a crecer lo suficiente y va a tener que refinanciar la deuda que ya tiene emitida, y tal vez tenga que llegar a un rescate parcial de su deuda y a un nuevo rescate de su sector bancario, ¿Significará esto que España va quedar como un semiapestado que va a tener dificultades en colocar su deuda?.
Llegados a este punto, en donde cada día que pasa vamos liando más la cosa (incremento de las deudas entrecruzadas entre administraciones públicas y banca) y el volumen de deuda no deja de aumentar y el PIB no deja de encogerse, la deuda es impagable.
Llega el momento de que cada uno asuma sus responsabilidades, y sea realista, deudores y acreedores incluidos. Dar un préstamo comporta un riesgo y durante esta crisis se ha querido “artificialmente” aparentar que el riesgo crédito no existe.
Paralelamente se plantean una lista de consecuencias adicionales:
a) El incumplimiento del déficit va a tener, previsiblemente, otra consecuencia: será prácticamente imposible que España alcance el compromiso al que llegó casi toda la UE: tener un déficit estructural del 0,5% en el 2020; lo que va a suponer que España quede arrinconada, es decir, que quede al margen de los cauces de la Economía europea e internacional.
b) Pero a pesar de ello, y debido a la presión financiera internacional, España se verá forzada a reducir su déficit en lo posible, pero como crecerá en cantidad totalmente insuficiente, caben esperar recortes profundísimos y adicionales en el gasto público.
c) Lo anterior se verá amplificado por el creciente pago de intereses que España deberá afrontar al ir creciendo su deuda pública. Si con una deuda equivalente al 90% en el inicio del 2013 España debe dedicar al pago de intereses más del 25% de su presupuesto de ingresos, ¿qué cantidad deberá afrontar para atender a una deuda que puede ascender al 120% de su PIB?; cantidad que deberá obtener de más recortes al estar la recaudación fiscal estancada y ser, en cualquier caso, insuficiente.
Las posibles soluciones para España sin salir del euro serian; No pagar intereses y carencia en el principal de la deuda pública durante 2-3 años . (Inmediato impacto negativo en los balances de la banca española y Fondo de la Reserva de la seguridad social).
No se destinaría ni un euro de dinero público a salvar a la banca. En los bancos descapitalizados el ajuste de su balance va contra los acreedores, en primer lugar tenedores de deuda (preferentes, subordinadas, etc.), tenedores de deuda senior y en última instancia tenedores de depósitos (probablemente no se deberá llegar hasta aquí). Reducción efectiva del gasto de las administraciones públicas, reducción 10% pensiones, 20% gastos salariales y durante dos años nos ahorramos el pago de intereses) . Con esto probablemente dejaremos de tener déficit primario. Se que lo de reducir las pensiones parece muy bestia, pero primero, los pensionistas han perdido poder adquisitivo por subida de tasas (copago salud), subida IVA, subida IRPF. Segundo, ya va siendo ahora que hablemos de frente y asumamos que el actual sistema de pensiones a medio y largo plazo con la estructura piramidal de población de España no es sostenible.
Incremento de la inversión del Estado. Incremento inversión en educación, clave para nuestro futuro y para evitar la exclusión social.
Reducción impuestos para reactivar el consumo y reducción tasa impositiva en los tramos más bajos de IRPF. Incentivar fiscalmente la inversión que realizan las empresas en activos productivos.
Obligar a la banca a reestructurar los préstamos hipotecarios de hogares que corran riesgo de entrar en impago en lugar de ejecutar las hipotecas, otorgar carencia de 2 años en el pago de intereses y principal.
Obviamente, todo esto se puede realizar si el BCE sigue comprometiéndose a facilitar liquidez a la banca española y la UE y FMI acuerdan un fondo de rescate para el gobierno español.
Si la UE, BCE y FMI no acepta estás condiciones, entonces la única posible salida de la crisis es más drástica para todos incluidos acreedores y comporta una salida de España del Euro y quitas de deudas al estilo argentino.
¿Cabe esperar un segundo rescate total a España? el daño que nuestro país es capaz de causar se halla mucho más acotado y es mucho más limitado que hace un año, es decir, los posibles afectados por el daño que España pueda causar se han blindado reduciendo su exposición a España. Lo que sí es esperable para España es un mucho mayor control por parte de los organismos financieros internacionales, un control enorme de la Economía española, a la vez que, en lo social, España se va deshaciendo.
Ya es hora que todos los actores vayamos asumiendo la realidad, España necesita imperiosamente un cambio de gobierno ante la ineficacia manifiesta para la resolución de los problemas de los españoles en un momento critico, sino todos sabemos el camino….el abismo, la España de estos dos últimos años.