El espíritu de Taizé vuelve a soplar sobre Suiza -- Valérie-Anne Maitre

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La Croix

La 30ª «Peregrinación de confianza a través de la Tierra» reunió a 40 000 jóvenes europeos el 29 y 30 de diciembre en Ginebra donde, durante la guerra, el hermano Roger había fundado las bases de su futura comunidad. Sentada en una esquina de un inmenso pabellón de Palexpo, el centro de congresos de Ginebra, Sabina, 25 años, escribe tarjetas postales con los colores de Taizé. Es la quinta vez que la joven italiana participa en «la Peregrinación de confianza a través la Tierra» organizada por la comunidad de Taizé (Saone y Loire) del 28 de diciembre al 1 de enero. «Le escribo a la familia milanesa que me acogió durante el encuentro de 2005», explica la linda joven morocha, que viene a las peregrinaciones porque le gusta ?esta manera de vivir su fe??.

Lanzado en 1978 – después del ?concilio de los jóvenes?? – por el fundador de Taizé, el hermano Roger, la peregrinación quiere ?abrir caminos de confianza?? para los jóvenes. Desde hace treinta años, al final de cada año, son millares los que se encuentra en una gran ciudad europea. Por primera vez, este encuentro tiene lugar en Ginebra, la ciudad misma que vio nacer la comunidad de Taizé.

Es en efecto aquí que Roger Schutz, 25 años en ese entonces, se instaló entre 1942 y 1944, en el apartamento familiar de la calle del Puits-Saint-Pierre, con tres amigos – Max Thurian, Pierre Souvairan y Daniel de Montmollin – que había invitado a fin de incorporarlos a su ideal comunitario.

Estos cuatro primeros hermanos van así experimentar este ?laboratorio de la futura vida común a Taizé??, según la expresión de Hermano Daniel. Junto a todos los que pasan, estudiantes, amigos, obreros, sindicalistas, elaborarán lentamente la futura regla de Taizé: oración común, comidas tomadas en silencio, reflexiones sobre las fuentes de la fe o las reformas sociales, puesta en común de los bienes??

Hacer venir Taizé a Ginebra, el Pasteur Roland Benz lo soñaba desde hace tiempo. « Los hermanos me decían que la ciudad era demasiado pequeña, demasiado costosa, recuerda divertido el antiguo moderador de la Compañía de los Pastores y diáconos de la Iglesia protestante de Ginebra.» ¡Pero encontramos soluciones para todo! »

90% de los peregrinos acogidos en familias

Así pues, la Confederación helvética asumió el coste de los visados de los viajeros, los transportes ginebrinos estuvieron de acuerdo de tarifas especiales, y el director de Palexpo puso a disposición esta extensa estructura más habituada al Salon de automóviles que a reuniones cristianas.

Cada noche a las 19, para la oración con los hermanos, son 40.000 a unírseles en el extenso y silencioso pabellón, decorado de telas anaranjadas sobre las cuales se cuelgan algunas reproducciones de escenas bíblicas de una pequeña iglesia de Grisons. Entre ellos hay 30.000 jóvenes venidos de Polonia, Ucrania, España, y también de Nueva Zelanda y la India. Hace poco más de un mes, faltaban 25.000 lugares de alojamiento, pero el fin de semana del 29 y 30 de diciembre, varias familias de Suiza y Francia acogieron cerca del 90% de los peregrinos.

Luteranos, anglicanos, católicos e incluso evangélicos, todos los lugares de culto de Ginebra y los alrededores abrieron sus puertas a los jóvenes. « La gente comprendió que son capaces de afrontar el reto », destaca Blaise Menu, responsable del servicio jóvenes de la Iglesia protestante de Ginebra.

La preparación del encuentro comenzó realmente en septiembre. Un trabajo « largo pero necesario », según Sonia, estudiante en teología de 22 años y voluntaria a Taizé, que vino a Ginebra para visitar las parroquias y ver cómo los jóvenes podrían ser acogidos.

«Reconciliarse»

« ¡Aquí, es formidable, sonríe la joven alemana, es una manera de encontrarse uno mismo y de encontrarse con Dios! » Para María, alemana también, protestante de 22 años y estudiante de inglés, participar en la peregrinación es una forma de preparar mejor su matrimonio: su novio Samuel vive en Angers (Maine-et-Loire) y es católico: « Esto va a darnos un impulso para poder rezar juntos », insiste María.

La vocación ecuménica de Taizé se subraya de manera especial aquí. « En Ginebra, lanzamos la llamada a la reconciliación de los cristianos », destacó el Hermano Alois, prior de la comunidad, en su meditación del domingo por la noche. « ¿Cómo ser creíbles hablando de un Dios de amor si permanecemos separados? »

Reconciliarse, el Pastor Charles Bossert, que acompaña a un grupo de jóvenes de Nimes, quisiese que sea posible entre católicos y protestantes franceses. Lamenta que luego del un momentos de encuentro entre franceses, unos hayan participado en una misa y otros a un culto. ?¿Los Alemanes comparten un tiempo de palabra, por qué no también nosotros???, se pregunta. Con el Pastor Benz, decidió de ir en este sentido durante el encuentro del próximo año en Bruselas.

Como en Ginebra, la organización del encuentro de Taizé será la primera para la capital belga. Pero eso no preocupa a los padres ?ric de Beukelaer y Hans Geybels, ambos portavoz de la Conferencia episcopal belga, que consideran que el encuentro de Todos los santos 2006 ?ya les sirvió de prueba??. Pero antes de Bruselas, es el continente africano que va a beneficiarse del espíritu de Taizé: un encuentro internacional tendrá lugar en Nairobi en noviembre.