El camino de los hijos de la Tierra.. -- Gabriel Sánchez (Montevideo-Uruguay)

0
41

Organizaciones preparan movilizaciones para el Día de la Lucha Campesina
Adital –
Desde 1996, el día 17 de abril, los movimientos campesinos de todo el mundo celebran el Día Internacional de la Lucha Campesina. La fecha fue escogida para recordar la masacre de Eldorado de Carajás, en Pará, que resultó en la muerte de 19 campesinos, en 69 personas mutiladas y centenas de heridos. Después de 13 años de la masacre, aun con evidencias de la participación de latifundistas en la misma, ninguno de los responsables ha sido condenado.

Para celebrar el Día Internacional de la Lucha Campesina, la Vía Campesina convoca a movimientos y organizaciones sociales a realizar acciones directas, movilizaciones, ferias rurales, charlas y conferencias, actividades culturales, publicaciones de libros, entre otras manifestaciones, con el objetivo de homenajear la lucha por la tierra y por los derechos de los campesinos.

El año pasado, millares de grupos, comunidades y organizaciones, en más de 25 países, organizaron mas de 50 actividades en defensa de su derecho a la alimentación y para alimentar a sus comunidades. La Vía Campesina destaca que, todos los años centenas de campesinos (as) son presos, oprimidos, intimidados y asesinados por ejercer su lucha por la vida??

??La Vía Campesina afirma que las familias rurales pobres representan el 75% de la población que sufre hambre endémica. Expresa además que los índices de analfabetismo aumentaron en las áreas rurales y que la atención médica y los servicios públicos están deteriorados. «Mujeres y niños (as) son los más afectados y la discriminación contra la mujeres impone una doble carga sobre sus hombros»??.

Los campesinos denuncian que la violación de sus derechos humanos ha crecido dramáticamente con la liberalización de la agricultura, que obliga a los campesinos a producir para la exportación y entrar en un modelo de producción industrial. Ellos acusan a las instituciones internacionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI), y el Banco Mundial (BM), además de los tratados de libre comercio, de obligar a los campesinos a seguir ese camino.Para la Vía Campesina, los mecanismos y las leyes en defensa de los derechos de los campesinos todavía son limitados.

La organización dice que la Carta del Campesino, promulgada por la ONU en 1979, no ha sido capaz de proteger a los pequeños agricultores de las políticas internacionales neoliberales. Cita también otros documentos, como la Convención 69 de la OIT, la Cláusula 8-J de la Convención de la Biodiversidad, el punto 14.60 de la Agenda 21 y el Protocolo de Cartagena, que no fueron suficientes para garantizar sus derechos.

http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=38160
——————————————————————–
EL CAMINO DE LOS HIJOS DE LA TIERRA??

La Tierra es de quien la trabaja.- Emiliano Zapata

Aunque parezca apocalíptico, el futuro de la especie depende de cómo se encare la producción, distribución, comercialización de lo producido en el campo?? Son es el campesinado local autóctono, con inclusión de las naciones primordiales, nuestra mejor posibilidad de una producción y distribución alimentaria que se compadezca de la necesidad de alimentarse de todos los seres humanos??

Al modelo de las trasnacionales que han impuesto formas de producción y comercialización que maximicen el lucro, es decir su propia ganancia, no compareciéndose de las necesidades alimentarias de millones??imponiendo ritmos y técnicas de producción que depredan en forma extensa e intensa, los suelos fértiles??se ha presentado como única y verdadera alternativa, la autonomía alimentaria propuesta por las organizaciones de campesinos que se nuclean en VIA CAMPESINA??

VIA CAMPESINA ha levantado la bandera DE LA AUTONOMIA ALIMENTARIA, cuya instrumentación deberá incluir políticas de mediano y largo aliento que constituyen una verdadera reforma agraria mundial??

Ante el peligroso avance de las multinacionales que se han lanzado a comprar tierras fértiles en todo el Orbe, se propone dar acceso a la tierra al pequeño y mediano campesinado autóctono, comprometida con la tierra y sus ciclos, en relación empática con los ecosistemas locales y con antiguas técnicas que se compadecen del cuidado de la tierra, el medioambiente y la naturaleza, pero ha esto habrá que sumarle articulación de transporte de los productos a los mercados y comercialización que den al campesino un margen mayor que en la actualidad, evitando en la medida de lo posible el encarecimiento excesivo al consumidor, debido al lucro de la intermediación trasnacional??el enorme lucro de las multinacionales, serviría para levantar la renta del agricultor y bajar el precio al consumo??constituyéndose en un verdadero circulo virtuoso y ni hablar del abaratamiento en la alimentación que significaría para las multitudes pauperizadas y ambientes del mundo??

Al levantar su banderas los campesinos, levantan la bandera de la comida para los pobres, de la recuperación de GAIA y sus ciclos naturales, de la justicia??sus enemigos, son los latifundistas, las trasnacionales, los gobernantes y gobiernos que no aprueban leyes que impulse este modelo de autonomía alimentaria, constituyéndose en cómplices de los tantos homicidios que latifundistas y multinacionales han perpetrado y siguen perpetrando contra el campesinado??

El 17 de abril de 1996, aproximadamente a las 15 horas, policías militares llegaron a una campamento de 1500 trabajadores sin tierra, en la llamada «curva de la S», entre Eldorado dos Carajás y Marabá. Bajo el mando del mayor José María de Oliveira, comandante de la 10 CIPM/1 CIPOMA, dos autobuses y una camioneta, llegados de la ciudad de Parauapebas, trajeron 68 hombres armados con dos escopetas, cuatro ametralladoras, cincuenta fusiles y revólveres. Por el lado contrario de la carretera llegaron otros tres autobuses.

Bajo las ordenes del coronel Mario Colares Pantoja, comandante del 4to Batallón de la Policía Militar, desembarcaron 200 hombres equipados con ametralladoras y revólveres. Ningún policía estaba con la debida identificación. Habían dejado en el cuartel la cinta de tela bordada que los identifica . El batallón de Marabá, comandado por el coronel Pantoja, llegó lanzando bombas lacrimógenas. Al inicio, los trabajadores resistían arrojando palos y piedras. Al escuchar los primeros disparos, intentaron huir y protegerse.

La masacre duró aproximadamente una hora. Diecinueve trabajadores fueron asesinados y otros 69 quedaron heridos. Los trabajadores asesinados fueron Altamiro Ricardo da Silva (42 años), Antonio Costa Dias (27años), Raimundo Lopes Pereira (20 años), Leonardo Batista de Almeida (46 años), José Ribamar de Souza (22 años), Oziel Alvez Pereira (17 años), Manoel Alvez de Souza (49 años) Lourival da Costa Santana (26 años), Antonio Alves da Cruz (59 años), Abílio Alves Rabelo (57 años), João Carneiro da Silva, Antonio «Irmão», José Alves da Silva (65 años), Robson Vitor Sobrino (25 años), Amâncio dos Santos Silva (42 años), Valdemir Ferreira da Silva, Joaquin Pereira Veras (32 años) y João Rodrigues Araujo. Posteriormente, otros dos heridos murieron como consecuencia de la masacre. Francisco Divino da Silva y João Batista Penha.

(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)