EL ATEISMO HALLA UN MERCADO EN EEUU

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Reuters-América Latina

Una nueva ola de libros ateos ha llegado al mercado de Estados Unidos y algunos de ellos se han hecho lugar entre las listas de los más vendidos, en lo que sus defensores denominan una reacción contra el modo en que la religión está mezclada con la política.

«La religión está fragmentando a la comunidad humana,» dice Sam Harris, autor de «Carta a una Nación Cristiana,» número 11 en la lista de no ficción del New York Times del 15 de octubre.

Hay una «enorme visibilidad y otorgamiento de poderes en la religión. El presidente George W. Bush usa su veto primario para negar el financiamiento al estudio de células madre y los científicos de todo el mundo están horrorizados,» dijo en una entrevista.

La polarización religiosa es parte de muchos conflictos mundiales, dice, incluyendo aquellos que involucran a Israel y a Irán, «pero nunca se discute. Lo considero como la historia de nuestro tiempo, lo que la religión nos está haciendo. Pero hay poca gente que está llamando a las cosas por su nombre.»

Su «Carta,» un categórico libro de bolsillo de 96 páginas que condensa en una descarga de disparos contra la fe, apareció en la lista del Times justo por encima de «The God Delusion» de Richard Dawkins, un científico de la Universidad de Oxford y ateo de larga data.

Además, «The End of Faith» de Harris, una obra del 2004 que dio lugar a su «Carta» en respuesta a los críticos, se encuentra en el puesto número 13 del Times entre los libros de bolsillo de no ficción.

Publishers Weekly dijo que el negocio había visto «un llamativo número de críticas apasionadas a la religión, pero al cristianismo en particular,» un desarrollo probablemente inevitable dada «la súper permeabilidad de la religión en la política y la cultura americanas en los últimos años.»

Paul Kurtz, fundador del Consejo para el Humanismo Secular y editor de la revista «Free Inquiry» dijo:

«El público estadounidense está realmente molesto por el papel de la religión en la política del gobierno particularmente con la administración Bush y con el fracaso de la separación entre iglesia y Estado y, en segundo lugar, con el conflicto en Oriente Medio.»

Están volcándose al libre pensamiento y al humanismo secular y los editores han captado un gusto por eso, agregó.

«He publicado 45 libros, muchos críticos de la religión.» dijo Kurtz. «Pienso que en Estados Unidos tenemos esta noción de tolerancia … era de mal gusto criticar a la religión. Pero creo que ahora hay profundos interrogantes sobre antiquísimos odios.»

El reverendo James Halstead, director del Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad DePaul de Chicago, dice que el fenómeno es realmente «una oleada causada por la industria editorial.»

«Esos libros no causan nuevos pensamientos o compromiso moral. Los argumentos tienen siglos de antigüedad,» dijo a Reuters. Algunos creyentes, agregó, «no son mejores. Su concepción de Dios, la relación entre lo divino, lo humano y el mundo es demasiado simplista y materialista.»

Demasiado a menudo, dijo, se hace un mal uso del concepto de Dios «para legitimar el yo y para atacar a otras personas … hacer un refrito de los mismos argumentos en favor y en contra de Dios es una pérdida de tiempo, energía y papel.»

El doctor Timothy Larsen, profesor de teología del Wheaton College en Illinois, dice que cualquier crecimiento en el interés por el ateismo es un reflejo de la fuerza de la religión, siendo el primero un parásito que se alimenta del segundo.

Eso ocurrió en el Estados Unidos de fines del siglo XIX, cuando una era de intensa convicción religiosa dio lugar a voces como la del famoso agnóstico Robert Ingersoll.

Para el cristianismo, dijo, «es muy importante que la gente de fe se de cuenta cuán perturbadores y amenazantes su postura, su retórica y sus prácticas pueden sentirse para otros.»

«De modo que es una oportunidad para que la iglesia se mire a si misma y diga ‘hemos hecho cosas que han incomodado a otras personas’. Es una oportunidad para el diálogo,» agregó.

Larsen, autor del libro «Crisis of Doubt» que pronto será publicado, agregó que en algún sentido el ateismo es «una desilusión ante Dios y la iglesia. Algunos de estas son personas a quienes herimos y a quienes deberíamos estar tratando pastoralmente más que con un debate agresivo y demoledor.»

Estas probablemente sean algunas de las mismas personas que Harris dice empezó a escuchar después de sus dos libros.

«Muchos, muchos lectores se sienten completamente aislados en sus comunidades,» dice. «Están rodeados por miembros de un culto, desde su punto de vista y son incapaces de exteriorizar sus sentimientos.»

«Recibo muchos correos en los que sólo expresan un increíble alivio por no estar solos … un alivio porque estoy escribiendo algo que no podía ser dicho,» agregó Harris.