El arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro, abogó ayer en favor de que la Iglesia haga ?un examen de conciencia sin reservas?? y que ?tenga consecuencias concretas??, justo el día en el que firmó el decreto por el que convoca la celebración del XLIII Sínodo diocesano en Asturias, el primero que se celebra en la región desde 1923.
El decreto designa como secretario general del Sínodo al sacerdote Jaime Díaz Pieiga, nacido en la localidad allandesa de San Martín del Valledor hace 36 años, y rector del Seminario Metropolitano, así como a otros cinco sacerdotes más como adjuntos al secretario.
?Debate en libertad??
El prelado apostó por un ?debate en libertad??, pero evitó pormenorizar sobre los temas que serán analizados, y dijo que éste ?no es el Sínodo de Osoro, sino de toda la Iglesia, de todos los bautizados??, en una reflexión que ?hará ver el auténtico rostro de la Iglesia?? y ?devolverá a todos el sentido de la libertad??.
A lo largo de los próximos cuatro años los cristianos asturianos están llamados a definir la Iglesia asturiana ?de los próximos 20 años??. Según explicó monseñor Osoro, los pasos para la realización del sínodo diocesano serán la preparación espiritual, el tiempo de elaboración y de trabajo de proposiciones, y la asamblea sinodal.
Este primer año, de preparación espiritual, tres ejes estructurarán un camino marcado por ?la palabra de Dios que hay que escuchar, la eucaristía que hay que celebrar y contemplar, y el compromiso de la caridad,del amor y de la solidaridad que hay que mostrar como consecuencia de vivir de la palabra y alimentarse de la eucaristía??.
Estos tres temas vienen descritos en la carta pastoral ?A la misión desde la conversión??, en la que Osoro propone a los cristianos de Asturias ?asumir unos compromisos, fruto de la historia de la Iglesia que ha caminado durante muchos siglos aquí??.
En un orden más práctico, la Iglesia buscará soluciones para llevar el Evangelio a la dispersa población asturiana con un número menguante de sacerdotes y muy reducido de vocaciones.
Reordenar el mapa parroquial será otro de los deberes de la asamblea sinodal, pero aún falta un largo proceso: dos años de plazo para su preparación. Además, 2008 será año santo en la diócesis de Oviedo para celebrar los 1.200 años de la entrega de la Cruz de los Ángeles y los 1.100 de la donación de la Cruz de la Victoria. Cuando acaben las celebraciones, será el tiempo de las proposiciones a la asamblea, las primeras conclusiones provisionales sobre qué es lo más urgente que necesita la Iglesia.
El arzobispo ha anunciado que, en ese momento, sacará otra carta pastoral que incluirá el programa definitivo de la asamblea.
Fortalecer la comunión
Monseñor Osoro afirma en su decreto que desea que la participación en este Sínodo sea ?la mayor posible?? para ?fortalecer la comunión eclesial??. Con la firma, ayer en la Catedral de Oviedo, del decreto, el arzobispo ha puesto en marcha el primer sínodo de la Iglesia asturiana en 84 años.
La anterior asamblea se desarrolló en el año 1923, si bien sus características fueron muy diferentes a la actual: tan sólo duró tres días y estuvo reservada a sacerdotes. Este Sínodo será el cuadragésimo tercero de los celebrados después del Concilio de Trento, tras los tres últimos celebrados en los años 1769, 1886 y 1923, y se convertirá en el primero tras la celebración del Concilio Vaticano II.