Pensamos que la asignatura Educación para la Ciudadanía es necesaria.
En la sociedad en la que hoy vivimos existe un mayor reconocimiento de derechos para las personas que piensan diferente, existen y existirán cada vez más, realidades culturales que hasta hace bien poco nos resultaban prácticamente desconocidas y las relaciones familiares de hoy son distintas, determinadas en gran medida, y entre otros aspectos, por la creciente incorporación de la mujer al ámbito laboral. Por todo ello pensamos que es necesaria esta formación y además, que se lleve a cabo en el ámbito de los centros educativos.
Es necesario concretar un mínimo marco de relaciones válidas para todos y todas, con independencia de la religión que se profese o en ausencia de ella, con independencia del color de la piel o de la cultura materna, o del sexo de cada uno y cada una. Hablamos de valores comunes cuyo respeto son nuestra garantía de convivencia en paz, hablamos de los valores consagrados en los Derechos Humanos. Y si no nos cabe duda de su necesidad, nos parece necesario que se den a conocer para que todos y todas las aceptemos. Divulgar esas necesarias normas de convivencia, que determinan como nos debemos organizar y como han de ser nuestras relaciones en esta ciudadanía plural, no atenta a ningún derecho de ningún padre ni madre, más al contrario pensamos que corresponde a los podres públicos dicha tarea, o acaso ¿no le pediremos cuentas a los gobernantes si nuestros hijos e hijas crecen en un ambiente de crispación social, individualismo, violencia e intolerancia?
Pensamos que la escuela es el espacio natural para trasmitir los principios necesarios para una convivencia en paz, el respeto a uno mismo y a los demás, la solidaridad, la participación en democracia. Es el espacio en el que, junto con la educación de nosotros padres y madres, debemos hacer ciudadanos y ciudadanas críticas y libres para decidir. La escuela es un centro educativo, no un centro de instrucción, no puede ser un lugar ideológicamente aséptico, al contrario, creemos necesaria una educación moral humanista. En el colegio se fundamentará la no violencia en la necesidad de una convivencia en paz y en otros ámbitos se complementará con argumentos religiosos, filosóficos o de otra índole.
Queremos para nuestras hijas un centro educativo en el que reciban una educación integral que junto con la que reciban de su madre y de su padre se conviertan en ciudadanas libres para escoger lo que deseen el día de mañana, ser cristiana, o ser soltera, o ser astronauta, o las tres cosas a la vez, o lo que quieran.
Por último solo comprendemos el planteamiento de confrontación en el que se ha posicionado la jerarquía de la Iglesia Católica en tanto en cuanto no reconocen abiertamente algunos de lo principios consagrados en los Derechos Humanos, como por ejemplo la plena igualdad de derechos entre los hombres y las mujeres, por esta razón no se quiere que se griten alto y claro cuales son las normas elementales para una convivencia en paz. Por cierto alguien debía de decirles a estos señores que está muy feo tirar la piedra y esconder la mano, incitar a sus feligreses a llevar a cabo actuaciones sin nombrarlas para no asumir responsabilidad alguna respecto de las posibles consecuencias que pudieran conllevar.