ECOALDEAS: SOLUCIONES LOCALES PARA PROBLEMAS GLOBALES

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Periódico Diagonal

Iniciativas que apuestan por experimentar en la práctica un mundo sostenible. Hablamos con grupos de personas que intentan llevar a cabo estas ideas en todas sus facetas cotidianas. Las ecoaldeas o asentamientos sostenibles se presentan como una de las soluciones posibles a buena parte de los graves problemas que nos acucian hoy en día, ya que intentan integrar un entorno social saludable y un estilo de vida de bajo impacto medioambiental.

Así como muchas soluciones ecológicas simplemente implican retomar sistemas tradicionales de vida que se han ido perdiendo, igualmente ocurre con estas experiencias rurales y urbanas. El surgimiento de estas iniciativas desde los años ?60 hasta nuestros días a veces no supone más que recuperar el sentido de las comunidades creadas de forma ?natural? a lo largo de la historia. ?stas eran, y siguen siendo, comunidades sostenibles y con una profunda integración en la naturaleza. Para diferenciarlas de estas últimas, actualmente hablamos de comunidades ?intencionales??, por ser creadas voluntaria y conscientemente con unos fines concretos. Ya en diferentes momentos de la historia se habían fundado intencionalmente comunidades con base religiosa o socio-política.

Las causas o motivaciones que llevan a crear o a unirse a una ecoaldea son muchas y variadas. La búsqueda de una mayor calidad de vida global surge de la progresiva desintegración de las estructuras sociales, del auge de lo privado frente a lo público y del deterioro de las relaciones humanas bajo estructuras capitalistas y neoliberales. Asimismo, las condiciones del mercado laboral, el consumismo y sus efectos en la sensación de insatisfacción vital originan proyectos basados en otras relaciones laborales con un mayor beneficio y bienestar tanto social como personal. Otras causas son el estar inmersos en un estilo de vida cada vez menos sostenible también desde el punto de vista ecológico o la falta de participación política en los asuntos que nos conciernen. Distintas dimensiones Cada ecoaldea es única y distinta de las demás, aunque todas tienen ciertas características comunes. En el desarrollo de todas ellas se combinan tres dimensiones fundamentales: social, ecológica y cultural- espiritual; relacionadas entre sí y con un equilibrio diferente según el interés de sus miembros.

Desde la perspectiva social se pretenden desarrollar estructuras de apoyo mutuo entre sus integrantes, conjugando los intereses comunes con el respeto a la diversidad y la individualidad. Se dan distintos niveles de intensidad comunitaria, así como de distribución de espacios privados y comunes. Otros aspectos son la provisión de sustento y trabajo significativo a sus miembros, la igualdad de condiciones para participar en la toma de decisiones, el desarrollo de técnicas para la resolución de conflictos, la educación alternativa de menores y la formación permanente de personas adultas.

La dimensión ecológica se basa en el análisis del ciclo de vida de todos los recursos y productos utilizados, desde la alimentación hasta la energía, pasando por la construcción o los medios de transporte. En la llamada dimensión cultural o espiritual se hallan el fomento de la creatividad, la expresión artística y las actividades culturales; la celebración de encuentros, ritos y fiestas; y el contacto con el exterior y la difusión de su estilo de vida. Desde una base común aconfesional, se respetan las opciones religiosas y las manifestaciones espirituales individuales, como el sentido de pertenencia a la Naturaleza o a una comunidad. La sostenibilidad es un concepto transversal, entendida como la capacidad de perdurar en el tiempo manteniendo o mejorando las condiciones existentes.

Panorama estatal

En el Estado español, en general todo lo relacionado con ecología y sistemas de vida alternativos está menos desarrollado que en otros países europeos. Como comenta Inés Sánchez, arquitecta y miembro del Instituto Permacultura Montsant, ?ahora estamos llegando a la post-urbanización masiva, y nos damos cuenta de lo que se ha destruido y de lo que se puede destruir aún, tanto a nivel de recursos naturales indispensables como de tejido social??, algo que ya han sufrido en territorios más industrializados.

Parte de las ecoaldeas existentes, y en proyecto, conforman la Red Ibérica de Ecoaldeas (RIE), fundada en 2001 para poner en contacto también a asociaciones y personas con objetivos e intereses similares. Cada verano se celebra el Encuentro Anual de Ecoaldeas. De estas iniciativas, algunas ecoaldeas o proyectos afines ya han sido reflejados en números anteriores de DIAGONAL: Can Masdeu (nº 20), Los Apisquillos (nº 43), granja en el centro de Los Ángeles (nº 45) y otras experiencias agroecológicas (especial nº 30).

Dificultades para expandirse

Algunas críticas a estas experiencias se dirigen a su supuesta desconexión con las formas tradicionales de lucha, si bien la motivación de sus miembros puede ser elegir ese modo de vida como forma de lucha en sí misma, demostrando con la práctica que ?otros mundos son posibles??.

En vez de, o simultaneando, las luchas ?anti??, se intentan crear sistemas alternativos válidos para mucha gente que hagan obsoleto el sistema imperante actual. No hay que infravalorar ciertas medidas como, por ejemplo, la creación de estructuras económicas y financieras alternativas al capitalismo o el establecimiento de estructuras sociales no competitivas, integradoras y antipatriarcales que pretenden estas iniciativas.

Para Víctor, de la Ecoaldea de Valdepiélagos, se da la siguiente paradoja: ?La gente con mayor interés en estos proyectos no suele disponer de mucho dinero, y la que sí lo tiene no está interesada; además, cuando las personas interesadas se hacen mayores y pueden haber ahorrado algo de dinero, ya no tienen tanto interés como antes??. Aun así, existen muchas iniciativas creadas con escaso aporte económico. Según Ulises, residente en Artosilla y fundador de la asociación Selba Vida Sostenible, uno de los aspectos que más dificulta la creación y el desarrollo de este tipo de iniciativas se hallaría en nuestro interior.

Opina que ?muchos siglos de predominio del ser individual nos han conducido a que no sepamos crear comunidad??, siendo una habitual fuente de conflictos los problemas surgidos por las dificultades en desarrollar una conciencia de grupo y una visión colectiva más allá de nuestros propios intereses y situaciones particulares.

Coordinación en red

La Red Global de Ecoaldeas (Global Ecovillage Network), fundada en 1995, engloba experiencias con distintas formas y una visión común. Algunos ejemplos son la red Sarvodaya con 11.000 asentamientos sostenibles en Sri Lanka, la ciudad universal Auroville en India, la ecoaldea Gaia en Argentina, proyectos de regeneración urbana como Christiania en Copenhague, diseños de permacultura como Crystal Waters en Australia o centros educacionales como la Fundación Findhorn en Escocia. Además, existen otras redes en base a criterios geográficos o de afinidad.